Los días pasan y la pareja sigue en su “luna de miel” por decirlo así, la vida para ambos va cambiando de maneras que no podían imaginar.
Anya hoy día duerme en la misma habitación de Theo, si se puede decir algo, comparten buenos momentos juntos. Por primera vez en muchos años, Theo se ha tomado una semana de descanso, solo para dedicarse de lleno a estar con Anya.
Él debe ser honesto y en su vida jamás imaginó estar viviendo estos momentos, tal como ya lo ha ido viendo, pareciera ser un adolescente que ha encontrado el amor.
Todas estas nuevas experiencias, él mismo se las había negado, pues desde los 16 años que se enamoró y se aferró a la idea que él conocía del amor con Aria, se encerró y jamás dejó que nadie se acercara en esos términos con él.
Catherine Russell incluso se mudó a Nueva York tratando de conquistarlo y ganar su corazón, pero cualquier esfuerzo, fue en vano.
Ahora, ahora Theodore sentía que la vida le estaba dando la oportunidad de volver a comenzar, de experimenta