Luego de unos días más, Robert finalmente regresó de Londres a Nueva York. Para su gran sorpresa, Anya y Theo fueron a recogerlo al aeropuerto.
Cuando Theo lo llamó y le dijo que iría por él al aeropuerto, Robert notó algo extraño, Theo normalmente no era una persona que hiciera ese tipo de cosas, menos que le hablara para avisarle.
Al llegar a la sala de llegadas, Robert inmediatamente se percató de lo que sucedía, eso le llenó de alguna manera el corazón, pues al ver a Theo y Anya abrazados mientras lo esperaban, era más que evidente lo que había ocurrido.
Por un momento en su mente pasó que debió haberse ido mucho antes, pero luego una pequeña espinita se le clavó, pues las miradas que Theo le dirigía a Anya, ya las había visto con anterioridad hace mucho tiempo.
Rápidamente, se deshizo de aquella espinita y prefirió pensar en el presente, se había ido cerca de mes y medio, aquel tiempo, por lo que veía, había servido para que este par se comenzara a ver de otra manera.
Al observar