Capítulo 21 —M
Decidí alejarme, respirar. Tratar de borrarme las sensaciones de su cuerpo sobre el mío, como si pudiera. Así que dejé de llevarla conmigo, dejé de inventar excusas para tenerla cerca. Y pasaba cada vez más tiempo en la oficina.
No sabía para qué porque cada maldito pensamiento me llevaba a ella, a Victoria. Cada cosa que se me cruzaba por la cabeza me daba más ganas de verla. Me arrepentí mil veces de haberla sacado de Dollhouse.
Y, al parecer, Victoria decidió hacer lo mismo: ignorarme. Tal vez estaba demasiado acostumbrado a que me estuvieran atrás, a las mujeres que se desvivían por llamar mi atención. Y por eso me daba por las pelotas, me fastidiaba, me enfermaba.
Si la saludaba, porque de casualidad nos cruzábamos en la casa, solo hacía un movimiento de cabeza y se iba. Si escuchaba el auto estacionarse en la puerta, se encerraba en su habitación. Así que revisaba las cámaras de seguridad por las noches, para verla. Ver qué hacía mientras yo no estaba.
Nada, no ha