Rocío
Estoy muriendo.
Lo siento en la forma en que la sangre escapa de mí, caliente y pegajosa, empapándome los costados.
Lucas está sobre mí, presionando la herida con desesperación.
Tiene la cara llena de preocupación y furia.
Parece tan idiota así, tan… heroico.
Sonrío sin poder contenerme.
"Una maldita cucaracha de madera…" susurré en mi mente, burlándome de la respuesta de mi hermana.
Esa respuesta tan patética, tan digna de la niña buena que siempre fue.
"En esta familia son todos unos ridículos..." pienso con asco, mientras la visión se me nubla.
Giro la cabeza con esfuerzo, apenas un poco, y la veo.
Sofía.
Abrazando a Paulina como si fueran la misma persona.
La protectora.
La salvadora.
La favorita.
Mi hermana… mi maldita sombra.
Siempre tan perfecta.
Siempre tan buena.
Cierro los ojos un segundo y me dejo arrastrar por el recuerdo.
Una última escena para mí, un último retazo de ese pasado que nos hizo lo que somos.
Flashback
Teníamos seis años cuando comenzó todo.
Vivíamos