En un mundo dominado por cuatro familias poderosas: lobos, vampiros, elfos y brujas, existió la paz por miles de años, hasta que un lobo traiciono el amor de una bruja desatando con ello una poderosa maldición que condeno a toda su familia, desesperados los lobos buscan la forma de romper con el hechizo uniendo a su único hijo con una princesa de ojos tan azules como el hielo, un matrimonio arreglado es su ultima oportunidad para ser libres ¿Funcionara? O ¿La historia volverá a repetirse? El destino de todo un clan depende de una sola mujer. “…Cuando la dama recupere su corazón Cuando el caballero obtenga el perdón Solo la mano de quien los condeno Los liberara de la perdición”
Leer másLos años llenaron al reino de una paz que nunca antes habían sentido, cuando el príncipe Einar fue nombrado el legitimo heredero al trono, el pueblo canto en alegría por su futuro rey, veían en el niño un poderoso brujo que podría seguir llevando a todo el norte a la prosperidad. Elarimil le dio a su esposo en total cuatro hijos, su primogénito Einar, la princesa Nyra, el príncipe Aelon y su ultimo hijo el príncipe Keith ll, eran nombrados las joyas del reino, por su imponente belleza y gran poder. La princesa Nyra, tan solo era una luna menor a su hermano, poseía el cabello blanco de su madre con los ojos dorados de su padre, siendo la única hija de los reyes era demasiado protegida en especial por su padre y hermano mayor, quienes la incitaban a estudiar las artes de defensa como su madre lo había hecho en su juventud, muchos decían que su forma de ser era similar a la de su madre, se ganaba el amor del pueblo fácilmente, además de la atención de príncipes de diferentes reinos quie
El sol se alzaba imponente, la primavera estaba completamente presente en el lugar, la brisa del mar golpeaba el rostro de Elarimil que se distraía mojando sus pies en las cálidas aguas, el borde de su vestido terminaba mojado también, pero poco le importaba aquello, estaba demasiado relajada. Se encontraban de visita en las costas ya que su tía volvería a casarse con el bisabuelo de su esposo. — Mi amor, me mandaron a buscarte — Keith iba con su hijo en brazos—, la cena estará servida pronto. — Si, perdí la noción del tiempo— sonrió yendo a su encuentro— — Mañana después de la boda podemos pasar otro tiempo en el agua, a Einar le llama la atención también al parecer — pronuncio al notar el interés del niño en el agua. — Estuve pensando en lo que me dijiste, sobre la nota del Dios del mar, si tenemos una hija, que es lo mas probable — acaricio la mejilla del niño que extendió sus brazos a su madre—, no dejes que se acerque al agua, me da miedo que él se la lleve. —
La neblina fue disminuyendo poco a poco, Elena fue la primera en acercarse a ellos, los mechones castaños caían por su rostro, fue la primera vez que Keith la observo a detalle. — De verdad podrías pasar como la gemela de mi esposa — dijo producto del nerviosismo — Podría decir lo mismo de Isaak y tú — respondió ella— ¿Dónde está mi hijo? — Escuche un grito de su parte, pero no lo veo. Preocupada, Elena comenzó a buscar a su hijo, finalmente obtuvo su respuesta cuando el llanto de un infante inundo la sala, dicho llanto no provenía de Einar que estaba cómodamente en los brazos de su madre; Isaak lo encontró, estaba entre las prendas que habían cubierto su cuerpo adulto, era un pequeño bebé, el pelinegro sujeto con cuidado al niño entre sus brazos calmando así su llanto. — Los Dioses cumplieron su palabra, él me lo dijo, que cuando ustedes volvieran a sus cuerpos le devolverían la infancia que no pudo tener. — Sin embargo, esto no ha terminado — se apresuro a decir
Isaak no era capaz de decir algo, no podía creer lo que sus oídos escuchaban, el hijo que procreo con su amada, estaba vivo y enfrente suyo, bajo la mirada a la mujer que mantenía en sus brazos, ella tenia un mar de lagrimas en sus ojos, lentamente soltó los brazos del lobo para colocarse de frente al hombre de ojos azules. — ¿Cómo pudiste sobrevivir? — pregunto ella rompiendo el pesado silencio. — La abuela dio una fracción de su alma a los Dioses para permitirme nacer — comenzó a relatar el pelinegro—, después de nacer me llevaron con el señor Morgoth, él me protegió haciéndome pasar por su hijo bastardo. — ¿Milton? — Isaak alzo la ceja sin creerlo. — Si, su reputación se vio manchada, pero me protegió llevándome a las montañas de nieve donde al ser un lugar tan inaccesible me mantendría protegido— Elik tomo las manos de sus progenitores—, siempre pude sentirlos, yo sabía desde muy pequeño todo sobre mi, venia a mi como sueños cada noche, pero no podía salir de donde
Ambos brujos seguían atónitos con su reciente descubrimiento, la madre del rubio lo acompañaba en su sentir, miraban a su alrededor en búsqueda de alguna otra señal, no fue hasta que Dorian se acerco a otro de los corredores de las catacumbas que una idea atravesó su mente, se volvió a ellos. — ¿Cuánto tardo en morir la abuela? — pregunto — No entiendo ¿A que te refieres? — se acerco Madeleine — Después de la muerte de tía Elena ¿Cuánto tiempo paso hasta la muerte de la abuela? — repitió su pregunta — Aproximadamente unos seis meses — respondió y Dorian emitió una risa. — Bruja astuta — dijo para sí Noah cuando entendió a donde iba el cuestionamiento de su primo—, ella saco al bebé ¿No es así? — Si, ahora la duda es saber a donde lo llevo — se acerco a la tumba de su abuela —, sabia perfectamente lo que hacía, la pócima que bebió impediría que supiéramos de la existencia de nuestro primo. — No lo entiendo, mi hermana estaba muerta, yo la vi, ella estaba muer
La fuerte tormenta de nieve los sorprendió cerca de su destino, forzaron un poco a sus caballos para finalmente acceder a los dominios de las brujas, Dorian había practicado la mejora de su visión al tener ahora un solo ojo. — ¡Ya casi llegamos! — grito Noah. — Incluso el clima esta en contra de que rompamos la maldición — contesto Dorian acomodándose mejor la capa sobre sus hombros. — No quieren que todo vuelva a la normalidad al parecer — Noah emitió una risa—, por cierto, no termine de contarte lo que paso con la princesa. — Lo ultimo que me dijiste es que te había propuesto matrimonio solo porque no quería casarse con el hombre que sus padres eligieron. — La boda será en unos días — intervino el rubio—, supongo que al final cumplirán con su deber, no es como que tuviera la esperanza de que llegara corriendo a mis brazos después de lo que le dije… — Si lo esperabas— aseguro—, te conozco muy bien, estas aferrado a la esperanza de que te elija en el último mome
Último capítulo