De rodillas ante la última
Michel Mathieu, heredero de una línea controvertida y hombre de ambición fría, comete lo irreparable en un acceso de venganza largamente premeditado: elimina uno a uno a todos los miembros de la familia de su rival, en una operación tan metódica como sangrienta. Este baño de violencia, que justifica por años de humillación, traición y conflictos de herencia, deja tras de sí un silencio glacial. Todos han perecido... todos, excepto uno.
La mujer del heredero, joven esposa ajena a las antiguas disputas, testigo a pesar de sí misma del colapso de un imperio. Michel había planeado abatirla también. Pero cuando sus miradas se cruzan, algo cede en él. Un desasosiego. Un vértigo. El golpe no se dispara.
En el caos que él mismo ha orquestado, Michel se enamora. De ella. De su fragilidad, de su fuerza contenida, de lo que representa: un mundo que nunca ha tenido. Ella se convierte en la excepción, la sombra viva en un cuadro de muertos.
¿Pero se puede amar a alguien a quien se debería haber matado? ¿Se puede sobrevivir a un amor nacido de una masacre?