La Verdadera Luna es Mi Hermana
Avancé lentamente en mi silla de ruedas hacia el salón donde Diego me había preparado la fiesta de cumpleaños.
Al verme, el bullicio se apagó de repente.
Todos habían ido hasta allí con sus propios planes, nadie tenía intención de felicitarme.
—¿Esta es Valeria, la prometida discapacitada del señor Varela?
—Sí, pero el señor Varela y la señorita Rojas son la verdadera pareja, ¡acabo de verlos besándose en la terraza!
Algunos murmuraban con indiscreción, pensando que seguía siendo la inválida que no podía caminar ni oír. Pero no sabían que había recuperado la audición la semana anterior, así que ahora podía escuchar todo lo que decían.
Mientras tanto, mi prometido hacía oídos sordos a todo. Parecía haber olvidado había llegado a ser así porque cuando ocurrió el accidente, lo empujé lejos y quedé atrapada bajo el vehículo.
Cuando me reanimaron, me prometió estar conmigo para siempre, pero en solo tres años todo había cambiado.
En este momento, recibí un mensaje:
«Señorita Solís, su réplica de cuerpo ha sido creada. Si lo confirma, activaremos el plan y entregaremos el cuerpo en su boda con el señor Varela dentro de cinco días.»
Respondí sin dudar:
«Confirmar.»
«¡Que disfrutes de tu boda Diego!».