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Justicia de una Madre: Venganza y Poder

Justicia de una Madre: Venganza y Poder

Se iba a celebrar el día de la familia en el Jardín Infantil Estrellitas, al que van mis hijos. Mi esposo, Mateo, nos dijo a mi hija y a mí que le era imposible ir por asuntos de trabajo. Además, también nos dijo que nosotros tampoco fuéramos, por alguna razón. Pude haber cedido, pero cuando vi la cara de completa decepción de mi hija, Lilia, se me rompió el corazón. Aunque él no fuera, decidí llevar a mi hija y acompañarla. Apenas entramos al jardín de niños, vi a Mateo, sosteniendo a un bebé en su hombro, mientras con la otra mano agarraba a su amiga de la infancia, Renata. Parecían una verdadera familia: los tres juntos, charlando y riendo, en completa armonía. Solo cuando nos vio a mí y a Lilia, Mateo soltó la mano de Renata. —Selena, por favor, lo malinterpretes —dijo él. —Renata está criando a su hijo sola, no la tiene fácil. Hoy es el cumpleaños número cinco del niño y quería que sintiera lo que es tener una figura paterna. Solo con mi mirada le dije todo lo que tenía que decir. Me agaché y tomé la pequeña mano de mi hija. —Cariño, dile hola al tío Mateo.
Cuento corto · Romance
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El Reto del Novio Gánster

El Reto del Novio Gánster

El día en que descubrí que estaba embarazada de nuevo, Agusto decidió dejar el juego para siempre y prometió trabajar honestamente para mantener a la familia. Conmovida hasta las lágrimas, le entregué con manos temblorosas todos mis ahorros de un año de trabajos esporádicos. Dos billetes de banco cayeron al suelo. Los recogí y salí corriendo tras él, pero al final del callejón vi a los matones de la banda que solían venir a cobrarle deudas, inclinándose ante él con respeto. Todo su falso desamparo había sido una mentira. —Jefe, ¿seguimos hostigando en su puerta mañana? —preguntó uno. Agusto, reclinado en su coche lujo, respondió con indiferencia: —Ya no hace falta. Miró el anillo en su dedo y suspiró: —Después de tantos años, ya no hay duda: su amor es verdadero. La última vez, trabajó hasta el agotamiento para pagar mis deudas y perdió a nuestro primer hijo. Ya le he fallado demasiado. Es hora de decirle la verdad y que no tenga que sufrir más. Pero Inés, su amiga de la infancia, frunció el ceño: —¡No! Aún no es momento. ¿Y si solo le importa tu dinero y tu puesto como líder de la banda? Esperemos a ver si decide tener este bebé. Agusto asintió pensativo: —Tienes razón. Después de todo, ya lleva tanto tiempo conmigo. No me abandonará. Apreté los billetes de banco con fuerza, di media vuelta y las lágrimas cayeron sin control. ¡Agusto, este amor lleno de engaños, lo rechacé!
Cuento corto · Romance
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Divorciarme junto con mi hermana gemela

Divorciarme junto con mi hermana gemela

Me casé al mismo tiempo que mi hermana gemela con los hermanos gemelos de una familia mafiosa. Ella se casó con Leo, el mayor, un juez federal, mientras que yo me casé con Sam, el menor, un cirujano. Cuando estaba hospitalizada para cuidar mi embarazo, unos secuestradores me raptaron para pedir rescate. Usaron mi celular para llamar a mi esposo Sam… ¡treinta y dos veces! Y él rechazó todas y cada una de las llamadas. Enfurecido, el secuestrador me golpeó el vientre con un bate de béisbol para desquitarse. Yo traté de proteger a mi bebé… pero, aun así, lo perdí. La última vez que llamaron a Sam, él contestó furioso y gritó: —¡Ana casi pierde al bebé! Solo la acompañé a un chequeo, ¿puedes dejar de intentar llamar mi atención? Al ver que no conseguiría el rescate, el secuestrador me amarró de pies y manos y me arrojó a la alberca antes de huir. Cuando estaba a punto de morir ahogada, mi hermana llegó a salvarme. Al verme así, sangrando y al borde de la muerte, llamó de inmediato a su esposo, el juez. Pero lo único que recibió fue un mensaje de voz frío y distante: —Estoy castigando al culpable de que Ana casi perdiera a su bebé. No me molestes. Cuando intentó llamar a la policía, su celular ya no tenía batería. No tuvo más remedio que llevarme en coche. Pero, en el camino, cayó una tormenta de nieve, hubo un deslizamiento de tierra y el auto se averió, por lo que quedamos atrapadas en la montaña, temblando de frío dentro del coche. Por suerte, un guardabosques nos encontró justo a tiempo, evitando que muriésemos congeladas. Cuando desperté en el hospital, mi hermana y yo nos miramos y dijimos al mismo tiempo: —¡Tenemos que divorciarnos!
Cuento corto · Mafia
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Reescribiendo el destino. No volveré a amarte

Reescribiendo el destino. No volveré a amarte

Había estado enamorada de Carlos Cruz, el mejor amigo de mi hermano y único jefe de la mafia de Nueva York, desde que tenía memoria. En la noche de mi vigésimo cumpleaños, mi hermano me prometió darme una gran sorpresa. Jamás imaginé que esa sorpresa sería un Carlos muy borracho y muy dispuesto a ser besado. Después de esa noche de imprudencias, el resultado fue un bebé. Carlos aceptó casarse conmigo tras quedar embarazada, pero el día en que nació Leo, no dijo ni una palabra, simplemente recogió sus cosas y desapareció rumbo a Francia por casi cinco años. Cuando regresó, estaba acompañado por Alexandra, su primer amor. Sin embargo, cuando ella nos vio a Leo y a mí, huyó, desapareciendo de su vida para siempre. Después de eso, Carlos volvió a mi lado, fue como si intentara ser el hombre que siempre necesité, como si por fin nos diera una oportunidad. Pero los cuentos de hadas son mentiras envueltas en un papel bonito. En el sexto cumpleaños de Leo, íbamos camino a cenar cuando los frenos del automóvil fallaron. El coche derrapó en la autopista y las llamas lamieron el motor. De inmediato, Carlos salió del auto, y cerró la puerta con llave. —Si no fuera por ti, Alexandra seguiría a mi lado. Ahora es tu turno de sufrir —exclamó. Fue en ese instante cuando finalmente lo comprendí: Carlos nunca me había amado. Cuando volví a abrir los ojos, estaba de vuelta en mi cumpleaños número veinte. Carlos estaba en mi cama, justo donde lo había dejado en el pasado. Sin embargo, esta vez no dudé, simplemente corrí. Y, al salir, hice la llamada que debí haber hecho la primera vez; contacté a Alexandra.
Cuento corto · Mafia
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La Esposa Desechada. Esposo Súplica Perdón

La Esposa Desechada. Esposo Súplica Perdón

Ania Jones había conseguido todo lo que siempre soñó, una vida perfecta, por lo que, ella era completa y absolutamente feliz. Primero y principal, estaba casada con Liam Carter, un hombre atractivo y rico a quien amaba, y que la amaba a ella. Segundo, finalmente los problemas con su familia y con su hermana, Alicia, habían quedado en el pasado, logrando una relación fraternal normal. Y tercero, Ania y su esposo, se habían enterado de que, pronto, recibirían la visita de la cigüeña, pues venía un amado y muy deseado bebé en camino. Pero cuando las buenas noticias llegan juntas, abundan. Pues recientemente, la madre de Liam, había avisado que los visitaría para felicitarlos por la noticia del bebé, próximo heredero de su dinastía, y les daría su bendición Porque hasta ese momento, la millonaria familia Carter no había aceptado el matrimonio de Liam con Ania, una mujer de procedencia inferior. Así pues, todo, finalmente, todo era absolutamente perfecto, hasta que, todo el mundo de Ania se desmoronó… Cuando, sin saber cómo sucedió, la madre de Liam, muere frente a los ojos de Ania y ella es acusada como la única culpable.
Romance
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Ella No Ruega, Ella Destruye

Ella No Ruega, Ella Destruye

Tras haber estado seis años al lado de Arturo Vélez, todo cambió cuando su tío murió y él asumió el legado familiar… junto con la responsabilidad de cuidar a su «joven» tía política, Beatriz Cruz, cuya edad era prácticamente la misma que la de Arturo. Las cosas llegaron al punto en el que Arturo le daba a Beatriz cualquier cosa que ella quisiera. Solo que, jamás imaginé que eso incluiría un bebé. Beatriz le dijo que quería un hijo que llevara la sangre de los Vélez. Y, con su tío fuera del camino, Arturo era el único que podía cumplirle ese deseo. Así que, él también se lo concedió. —Espera un poco más Sabrina —solía decirme—. Solo hasta que ella quede embarazada. Lo que empezó siendo una vez al mes, se transformó pronto en una vez a la semana… hasta convertirse en una rutina nocturna. Durante los casi ocho meses que vivimos en Nueva York, Arturo se quedó con Beatriz más de cien veces, hasta que finalmente, ella quedó embarazada. Poco después, la familia Vélez anunció que Arturo se casaría con ella. —Mami —me preguntó suavemente mi hija, trepándose al sofá junto a mí. Ely, nuestra Ely, «mi» Ely. La hija a la que Arturo jamás había tenido tiempo para atender, preguntó—, ¿alguien se va a casar? La abracé y besé su cabello. —Sí, cariño. Por fin, tu papá va a casarse con el amor de su vida. Ely parpadeó mirando la pantalla. —Pero, ¿qué pasará con nosotras? Sonreí. —Nos vamos a casa, pequeña —le susurré al oído. Arturo olvidó que yo era Sabrina Márquez. Las mujeres Márquez no mendigaban anillos, y, desde luego, no suplicaban amor después de una traición.
Cuento corto · Mafia
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Sangre en San Valentín

Sangre en San Valentín

La noche en que secuestraron a mis suegros, mi esposo decidió acompañar a su primer amor en el Día de San Valentín. Sin mediar palabra, contacté inmediatamente a la Brigada Licántropa de Rescates para que los rescataran. En mi vida anterior, a causa de mi resistencia, él decidió salvar a sus padres en lugar de estar con ella. Después, su amada, Carolina, fue encontrada en las montañas, con el corazón arrancado, muerta a manos de unos hombres lobo salvajes. Después del hecho, mi esposo, Leo, no habló de lo ocurrido... hasta que, cuando yo estaba embarazada y a punto de dar a luz, me arrojó a las mismas montañas. —Lucía, ¡si no fuera por ti, Carolina seguiría viva! — —¿Cómo te atreves a vivir en paz? Haré que sufras lo mismo por lo que ella pasó. — Las fauces lobunas nos destrozaron a mi bebé y a mí. Al renacer, volví a la noche del secuestro de mis suegros. Esta vez él eligió acompañar a su amada sin participar en el rescate. Pero el precio fue más alto de lo que imaginaba: de la noche a la mañana, sus cabellos quedaron blancos.
Cuento corto · Hombres Lobo
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La Luna Que Rechazó y Ahora Anhela

La Luna Que Rechazó y Ahora Anhela

Serena no fue la primera compañera del Alfa Elías; más bien, se convirtió en su compañera de segunda oportunidad, una rara bendición otorgada por la Diosa. Aunque era una Omega huérfana que nunca había podido transformarse, Serena se encontró casada con el Alfa Elías, quien la convirtió en su Luna. A pesar de que su relación era un poco complicada por el anterior amor de Elías, Serena se aferraba a la esperanza, ya que el frío y despiadado Alfa comenzó a ablandarse con ella. Sin embargo, su vida idílica se rompió cuando la primera compañera del Alfa regresó a la manada. Elías rechazó a Serena, destrozándole el corazón, por lo que ella no tuvo más opción que partir, llevando a su bebé en su vientre. Poco después, Elías empezó a descubrir la verdad sobre su primera compañera y se dio cuenta de la profundidad del amor que sentía Serena hacia él, por ende, lamentó profundamente haberla rechazado. A pesar de los errores cometidos, anhelaba su regreso, sabía que ella siempre había estado allí para él, amándolo incondicionalmente. Por otra parte, el mismo día del rechazo de Elías, Serena se encontró con el Alfa Carlos, quien le ofreció una oportunidad para iniciar de nuevo. Atrapada en una lucha de poder entre dos Alfas y con un futuro incierto, enfrentaba una decisión difícil. Mientras unas fuerzas oscuras conspiraban contra ella y sus seres queridos, incluido el hijo que llevaba en su vientre, debía descubrir la verdad sobre su propia herencia, ya que podría cambiar su destino por completo. ¿Podrá Serena proteger a su familia y encontrar la felicidad junto al hombre de su elección? ¿O perderá todo lo que ama? ¿Elías podrá recuperar el amor de Serena y al hijo que inconscientemente rechazó, o sus acciones lo llevarán por un camino de arrepentimiento y autodestrucción?
Hombre lobo
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Papá de repuesto

Papá de repuesto

Migdalia Lineth
Ella se embarazó del hombre equivocado, para darle un padre a su pequeña buscará la ayuda de su socio el cual le cae como piedra al hígado. Ella le propondrá un trato al que él no se puede resistir, pero en dicho convenio viene incluido una cláusula en especial, fingir ser el padre de reemplazo de un bebé no nacido. ¿Aceptara dicho trato? ¿Qué sucederá en dicho convenio?
Romance
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Me dejó de importar, y él perdió el control

Me dejó de importar, y él perdió el control

—Lo siento, Cloe. ¡Realmente tengo una emergencia! Después de diez años de relación, mi pareja, el Alfa Aiden Rothschild, puso una nueva excusa diciendo que tenía que resolver asuntos de la manada y se marchó a mitad de nuestra cena a la luz de las velas. Horas más tarde, vi una publicación de Lana, el amor de juventud de Aiden, en las redes sociales. En la foto, Aiden le sostenía el pie con delicadeza. «Me torcí el tobillo mientras limpiaba el techo, y, aunque mejoró rápidamente, Aiden vino corriendo en cuanto se enteró. Siempre estás ahí cuando te necesito, sin importar qué. ¡Definitivamente, soy la mujer más afortunada!» En el pasado, sin lugar a dudas, lo habría confrontado Aiden con furia, solo para que me regañara por ser irracional. Sin embargo, esta vez terminé mi comida en silencio, completamente entumecida. Le había prometido a mi mentora que pronto partiría para una misión de sanación en un lugar apartado del Territorio del Norte. Cuando subí al coche para abandonar la manada e intenté despedirme de Aiden por última vez, recibí un video de Lana, en el que aparecían Aiden y ella jugando a Verdad o Reto, llamándose «bebé» el uno al otro. Me sequé las lágrimas y simplemente respondí: «No te preocupes. Diviértanse esta noche.» Sin embargo, Aiden entró en pánico, y tenía los ojos rojos cuando me envió un mensaje: «Cloe, ¿por qué no te enfadas después de ver eso? ¿¡Acaso ya no me amas!?» Luego, intentó confrontarme en persona, solo para darse cuenta de que no podía encontrarme por ninguna parte. Ese día, se derrumbó por completo.
Cuento corto · Hombres Lobo
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