Mi novio rico elegió salvar a mi hermana adoptada
Mi hermana adoptada, Jazmín, causó la péridida de un millón y medio a un cliente por especular en bolsa ilegalmente.
El cliente, frustrado, vino a buscarla con arma en mano. Jazmín y yo fuimos acosadas por este.
Mi novio, un magnate en el mundo empresarial, vino corriendo para salvarnos, cuando le tendimos nuestras manos suplicando ayuda al mismo tiempo, él apartó la mía con un golpe furioso y dijo con desprecio:
—¡Rosa, deja de hacerte la enferma, que a lo mejor te cae una buena por fingir tanto! Jazmín tiene cardiopatía congénita, ¡tengo que llevarla al hospital de inmediato!
¿Hacerme la enferma?
¡Yo era la que tenía cardiopatía congénita!
Mientras se celebraba mi funeral, mi novio se cegó en mi velatorio.
Más tarde, el famoso “ojo de halcón” del mundo financiero vivió su vida en la oscuridad del remordimiento.