Camino a la iluminacion
El día de San Valentín, descubrí que mi cuñada estaba engañando a mi hermano, no soy muy buena comunicándome, no encontré una mejor manera para decirle que escribirle lo que vi.
Sin embargo, él me gritó furioso, no pudo aceptarlo, nunca ha confiado en mí, ¿Cómo podría pues creerme? Me grito y diciéndome que me largara, me señalo de destruir su única felicidad, que es solo ella.
Más tarde, mi cuñada llamó a su exnovio, quien terminó secuestrándome en un lejano lugar.
Se burlo de mí por no hablar y me obligó a vender docenas rosas en el mercado nocturno, odie aquel día.
Intenté pedir ayuda a mi hermano, pero él respondió con fastidio:
—¿Puedes acaso dejar de fingir? No tengo tiempo para ponerme a jugar a las escondidas contigo.
Cuando un camión me atropelló por accidente, mi hermano seguía dulcemente engañado en los brazos de su esposa.
Ja, ja. Que ironía.
Después de eso, por fin encontré mi liberación, mi verdadero camino comienza ahora.
Si reencarno en esta vida o en la otra, quiero tener un hermano diferente, uno que tan siquiera no me deteste estaría más que suficiente.