Se dice de 7 ángeles. De 7 Lideres. A veces llamados 7 Demonios. En conclusión, 7 Pecados. Tras el asesinato de los reyes "Rose" antes conocida como, Isabel. Hija de difuntos reyes y como se es de suponer única heredera al trono, busca la forma de recuperar el amado reino de su padre. Huye al bosque encantado y ahí conoce a "Las Norias" tejedoras del destino las cuales les indica que si de querer recuperar su pueblo, deberá recurrir a los que fueron los pecados capitales. Emprende una búsqueda a lugares inesperados junto con su amado "Alejandro" que, tras empezar dicha búsqueda es secuestrado y ahora ella se ve obligada no sólo a recuperar su reino y buscar a los pecados capitales, si no también a rescatar a la única persona que ella puede amar. Deberá cambiar su aspecto, valores y creencias si quiere recuperar a ambas partes, porque lo que es seguro, es que la vida le tendrá más de una sorpresa. Ambos enamorados marcados con el lazo del destino o "Hilo dorado" se ven involucrados en gran peligro al estar separados, muchas personas desean este lazo, otras quieren romperlo y otras sólo desean el poder y magia "Ilimitada" que ésta posee. No sólo existe el peligro de ser asesinados, existe el gran y literal peligro de "Morir por amor". 1 reino. 7 pecados. 2 enamorados. ¿Una muerte?
Leer más¿Que se necesita para hacer surgir un reino?¿Paciencia?¿Un buen líder?¿Un fuerte ejercito?
— ¡Reina Isabel! — Gritaron desde el fondo del pasillo.
Giré la cabeza para encontrarme al final de éste a un joven y cansado mensajero, el cuál al verme aceleró el paso hacia mi encuentro.
Supondré que el hecho que la reina tenga ya...
Esperen ¿Cuánto tiempo ha pasado? — Me pregunté.
Observé la hora en mi pequeño reloj escondido bajo la manga de mi vestidura.
2 Horas.
Sí, dos horas desde mi desaparición del salón hacia los pasillos exteriores que me llevan al mirador del castillo. Debo decir que, esta vez tardaron en encontrarme. Continuando con lo que decía; supondré que el hecho que la reina tenga ya dos horas desaparecida de la vista de sus súbditos no es algo del todo agradable.
— ¿Qué pasa Joseph? — Pregunté teniendo al mensajero ya a mi lado. Continué con mi camino de forma tranquila y serena por el pasillo exterior.
— Reina... Sabe bien que... No debe estar sola. — Respondió tomando una bocanada de aire entre frases, pareciera como si hubiera recorrido las 6 hectáreas físicas del castillo en mi búsqueda.
— Calma Joseph, primero respira un poco. — Dije mirándolo de reojo. Coloqué mi mano arriba de su cabeza depositando ahí una pequeña caricia y continué mi camino hacia las escaleras.
— Todos están preocupados. ¡La hemos estado buscando por todo el castillo! —
Vaya que no me equivoqué. — Me dije.
— ¿Es tan malo que una reina disfrute de sus posesiones en calma? — Mencioné llegando a las escaleras al mismo que subía los primeros escalones que me llevaban hacia el mirador.
— No, pero... — Lo interrumpí.
— Además, me parece ilógico el hecho que me hayan estado buscando de esta forma. Porque si vamos al caso, entonces ¿Para qué tenemos cámaras, son sólo un adorno? —
Esto siempre pasa. — Pensé.
—... lo siento majestad. — Agachó su cabeza quedándose dos escalones más atrás que yo.
Suspiré algo apenada por mi comportamiento tan agresivo, a pesar de estar hablando de una manera serena y cariñosa.
"El fin no justifica el medio"
Me di la vuelta para mirarlo y éste tenía su mano derecha tomando con fuerza la correa de su bolso que cruzaba su pecho y la otra convertida en puño, apretada con tanta fuerza que ya los nudillos se le estaban colocando blancos
Sonreí de lado.
— No importa querido. ¿Sabes? Me gustaría saber algo. — Éste levantó su mirada y me miró directo a los ojos.
— ¿Por qué un niño de 14 años pasó por tantas pruebas para servir a su reina? — Pregunté dando media vuelta para continuar mi camino por las escaleras.
Luego de un par de minutos de silencio, Joseph reaccionó corriendo los escalones que tenía de distancia de mí y a su medida respondió.
— Porque quería ver con mis propios ojos a tan valiente persona. — Espetó lleno de orgullo.
Me petrifiqué en el lugar donde estaba, con un pie en el escalón de arriba y el otro en el de abajo.
¿Valiente? — Dije dentro de mí para luego continuar subiendo los últimos escalones.
— ¿A qué te refieres con eso Joseph? — Pregunté al final de las escaleras.
Habíamos llegado al mirador del castillo, más aún así no me moví del sitio de dónde me encontraba y dando la vuelta lo encaré deteniéndolo en los escalones tras de mí.
— Mi reina, todos conocemos su historia, todo por lo que tuvo que pasar para recuperar el trono, de las muertes, los peligros y los sacrificios que hizo para llegar a ello. — Comenzó a hablar al mismo que caminaba hacia el mirador provocando que le siguiera.
No... Se necesita algo más, algo pequeño, casi imperceptible pero de mucha importancia para después convertirse en alguien perseverante para no rendirse.
—... Del cómo peleó y cambió, lo peligrosas que fueron esas hazañas. ¡El tener que recurrir a los pecados capitales! E inclusive... — Se acercó a mí llevando una de sus rodillas al suelo, tomó una de mis manos y la envolvió con las de él.
—... Del cómo casi murió por su hilo dorado. No todos hacen eso mi reina, usted es mi heroína. — Sonrió con los ojos cristalizados.
Me admiraba... — Me respondí.
Sonreí de vuelta y me agache a su altura, y con mi mano libre acaricié su mejilla.
— Todo lo que hice, lo hice por el amor a mi pueblo, el pueblo de mi padre. Nuestro hogar. — Lo observé detalladamente.
Nos levantamos de dónde estábamos y nos acercamos a la terraza. Él mantuvo cierta distancia tras de mi persona y dijo.
— Siempre cuando se escabulle de la mira de todos, viene para acá ¿Por qué? — Reí un poco para mis adentros sintiendo una punzada en mi pecho. Llevé mi mano a este y respire profundo cerrando mis ojos.
— Me recuerda a mi padre. —
"El Rey Sebastian" — Sonreí amargamente.
—...Su tío, es decir, el hermano de su padre. Lo asesinó ¿Verdad? — Preguntó con cautela. Asentí.
— A ambos. Madre y Padre. —
Pasaron un par de minutos de silencio absoluto, y como un pequeño susurro dijo.
— Perdón. —
Abrí los ojos y admiré el horizonte, agaché mi mirada al pueblo y vi a algunas personas. Unas riendo, otras compartiendo una que otra comida, algunas simplemente caminando, justo como una pequeña familia que se encontraba cerca de los jardines del castillo. La niña que iba con ellos me miró y apuntó a mi lugar, llamando desesperadamente a su madre para que se diera cuenta de mi presencia. Al hacerlo, tanto ella como su hija me saludaron. Les devolví el gesto con una sonrisa.
— No te preocupes. ¿Qué necesitabas? — Me di la vuelta observando a Joseph que al preguntarle sacó algunas hojas de su pequeño bolso y las estiró a mi presencia.
— Necesito que firme estos documentos como ofrenda de paz para el distrito 9 —
Son los tratados de paz. — Sonreí y en un rápido movimiento de mi dedo una firma iba apareciendo al compás de éste en el pergamino.
— ¿Lo enviarán ahora? — Pregunté y Joseph asintió.
— Permíteme. — Tomé el preciado documento y lo deposité en las palmas de mis manos. Cerré mis ojos y un ave se iba creando con el dicho papel conforme susurraba un pequeño hechizo, al estar completamente creada salió volando hacia su destino "El despacho del general del distrito 9"
Al abrir mis ojos esta ave de papel ya tenía cierta distancia.
— ¿Cree usted que eso será suficiente para convencer al general? — Preguntó.
— Para llevar una nación a la cúspide lo primero y quizás principal que se necesita es tener "Fe" —
Joseph sonrió y dándose media vuelta se retiró dejándome sola, gesto que agradecía.Respiré profundo y me recosté sobre el barandal de cemento del mirador, colocando mi cabeza sobre mis brazos en forma de una pequeña almohada. Cerré mis ojos recordando hace unos cuantos años atrás, antes de haber recibido esta amenaza de rebelión, antes de haberme convertido reina, en esa época donde ni me imaginaba... Que perdería a mis padres.
— Aquella fatídica noche... — Susurré dolida.
¿Frío, ó caliente, ó caliente y frío, ó Frío y caliente ó,…?Sus pasos eran fuertes.¿…Frío…?Todo él era, fuerza, sombra, poder, respeto… miedo.¿…Caliente…?Una fachada impenetrable que resguardaba una desquiciada y cruente mente.¡¿…Frío…?!Se detuvo en seco y volvió a girar sobre sus talones observando hacia atrás y a su derecha.— Quizás, caliente…— Susurró tras dar tres pasos y postrarse frente a una elfa doméstica que se encontraba de rodillas amordazada y temblando llorando por su vida.Se colocó de cuclillas frente a ella mientras las demás elfas yacían en una esquina de aquel sombrío salón hecho de piedra y techo de madera.Sea donde sea que él se encontrase, traía consigo un miasma tan espeso y helado que hacía titiritar a quién pasara por su lado llevándose consigo cualquier sentimiento de paz, alegría o esperanza… tal como… un dementor.Frío…— ¿Dónde está? — Preguntó siseante mirando a la pobre elfa directo a los ojos provocando que la misma se petrificara del miedo.Sus
Buenas buenas queridos lectores, les dije que el pequeño hiatus tenía una razón de ser, y es que estoy siguiendo canónicamente las fechas de la historia con nuestro querido calendario. A partir de este último capítulo, cualquier siguiente escrito que se estará realizando, está siendo escrito a tiempo, es decir, capítulo que escribo, capítulo que publico. Los anteriores ya redactados acabaron con "Start", así que sí, es el comienzo de una nueva etapa donde ya no podré darles 2 capítulos a la semana, mis estudios son algo muy fuerte para mí así que por favor no se desanimen si llego a actualizar de forma Mensual, espero de verdad que sigan conmigo disfrutando de esta hermosa historia tanto como yo la he vivido. Déjenme sus preguntas, interactuemos, quiero leer sus opiniones, me gustaría saber si están tan enganchados con la historia como yo desde hace 5 años que la he estado construyendo de ladrillo en ladrillo. TODO ESTO es apenas el preámbulo de algo mucho más grande, los protagoni
Supérvia sonrió de par en par al escuchar tales palabras y respondió.— Ahora, es su pueblo, señorita Isabel. — Corrigió guiñándome un ojo.Sonreí de regreso y luego cambió su semblante a uno más serio.— No puedo decirle qué hacer, pero sí puedo decirle lo siguiente…— Mencionó y tras caminar hacia nosotros una vez más, habló fríamente.>> Recuperar su reino no será para nada fácil, el General Samael tiene consigo fuerzas que nunca pensé volvería a ver en todos mis años de vida, fuerzas inimaginables que estuvieron presentes en aquellos tiempos de purga. Si quiere recuperar lo que alguna vez tuvo, deberá prepararse física, mental y espiritualmente para no sólo una simple batalla… Si no, para una guerra… A partir de ahora, todo lo que usted creyó conocer, será nada comparado a lo que deberá hacer para acercarse a su objetivo, deberá cambiar su manera de ver las cosas y aceptar situaciones que sé, de antemano, serán difíciles de aceptar, decisiones difíciles de tomar, pero sobre todo, e
El comienzo es difícil, pero mantenerse de pie lo es aún más.- G.— ¿A qué se refiere con “Los estábamos esperando”? — Pregunté mirándolo fijamente.Supérvia observó a la mujer que estaba a su lado, luego a Alejandro que me tenía abrazada de la cintura y finalmente a mí.Suspiró fuertemente y se dio la vuelta subiendo los primeros dos escalones de la escalera tras de él y tras aclararse la garganta, comenzó a hablar.— Sabía, era consciente, que este día llegaría alguna vez…— Se dio la vuelta quedando frente a nosotros y su semblante era frío y metódico. — Tu padre y yo nos hicimos buenos amigos hace muchas lunas atrás, llegó a confiar su vida en mis manos y yo no pude sentir tanto honor como ese en un largo tiempo. Sabía que tu tío un día asesinaría a tu padre y tu padre también era consciente de eso, de hecho, ambos lo eran. — Habló tragando en seco.>> Así que Sebastian me dijo que tarde o temprano, iba a necesitar de mí una vez más, y, que cuando ese día llegase, que no dudara en
Un nuevo comienzo siempre es difícil, sobre todo cuando eres tan nueva en un mundo de guerra, en un mundo exterior que jamás has visto, en un ambiente el cual apenas comienzas a adaptarte, todo pareciera ir en contra de ti, pero no me quedaba de otra sino que avanzar.Estábamos solo él y yo contra una fuerza descomunal la cual aún desconocíamos su verdadero potencial y su naturaleza, no quedaba de otra sino que actuar en respuesta a modo de defensa y ó ataque.Habían pasado 3 meses, 3 meses desde aquella tarde en que ingresamos a este lugar, a esta mansión que no tenía nada que envidiarle a un palacio. Desde que llegamos, el Lord no ha hecho otra cosa más que prepararnos, física, mental y espiritualmente.Senshi, su guardiana, sirvienta, amante o no sé aún qué sea de él, se asegura que estemos alerta siempre todo el día, nos ataca por sorpresa, nos separa y también nos da clases de todo lo necesario como para tener el conocimiento suficiente para tomar decisiones en momentos difíciles
Ha pasado un tiempo desde la ultima vez que les dejé un capítulo, y tengo razones para que esto haya sido así tanto planeadas como no planeadas, y quizás aún pase un tiempo (no muy largo) para regresar a ustedes. He estado mientras, leyendo muy emocionada los pocos comentarios que varios de me han dejado entre los capítulos. ¡GRACIAS! por tan hermosas palabras, me emociona y llena de orgullo ver que personas como yo aman de esta historia y gustan de ella. Quiero dejar este pequeño aviso tras un capitulo que sé que amarán, como un espacio o apartado para responder dudas, preguntas, que tengan o datos que quieran saber acerca de la historia. ¡Poco a poco hemos llegado a 2.7k de lecturas! Nunca en mi vida, pensé, que tantas personas estén leyendo mi novela, los invito a seguirme y dejarme al menos unas 3 estrellitas ♥ Por otro lado, acaban de tener un pequeño vistazo de Luxury, mi consentida, poderosa y... seductora luxury... ¿Quién será esta mujer? ¿Cuál será su objetivo? ¿Qué pas
Último capítulo