Mundo de ficçãoIniciar sessãoGrace se ve envuelta en un mundo desconocido cuando ella y su madre se mudan a una nueva ciudad después de que su madre se casa con un Rafe. A su llegada, Grace recibe un diario como regalo de su padrastro, en el cual comienza a registrar su vida y sus más íntimos pensamientos. Lo que Grace no sabe es que su nueva familia oculta un gran secreto. La vida de Grace da un giro inesperado al cumplir 18 años, cuando se revelan verdades ocultas. Ella debe navegar en un mundo donde el amor, el poder y la lealtad colisionan.
Ler mais7 de mayo de 2009Querido diario,¡Vivir con Rafe, mi mamá y mis hermanastros ha sido muy emocionante! Antes solo éramos mi mamá y yo, pero ahora tengo una familia grande y divertida que me encanta.Rafe siempre hace chistes y nos lleva a pasear por el bosque. Dan es genial, jugamos juntos y me enseña muchas cosas. Mamá está feliz y siempre nos hace deliciosos pasteles.Aunque Anya todavía está un poco distante conmigo, estoy segura de que con el tiempo nos llevaremos mejor.Cuando sea grande, quiero tener una familia como la mía, llena de amor y risas. Quiero tener muchos hijos y jugar con ellos todo el día. Estoy muy feliz ahora y quiero que todos tengan una familia tan bonita como la mía.Con cariño, Grace.GraceMe levanté de la cama como todos los días, bien temprano para preparar el desayuno de Connor. Mis ojos se dirigieron inconscientemente al otro lado de la cama.Owen estaba allí, recostado pacíficamente, como si hubiera estado todo el tiempo con nosotros. La realidad de su
OwenMiré a los dos jóvenes en el suelo, observando cómo el lobo que había estado a mi lado se transformaba de nuevo en forma humana y se acercaba a ellos con un semblante cargado de emotividad.—Heider... —susurró él, su voz llena de tristeza y preocupación.—Él está volviendo... No te preocupes, Alfa —respondió ella, su rostro iluminado por una sonrisa esperanzadora.Sus palabras y gestos me dejaron perplejo, pero antes de poder comprender completamente lo que sucedía, la joven dirigió su mirada hacia mí y su expresión cambió repentinamente.—Gracias a ti, descendiente Larsen, has cambiado la historia. Es hora de volver.Sin más explicaciones, todo ocurrió tan rápido como había llegado. La esfera de luz que me había transportado a este extraño lugar hizo lo mismo nuevamente, llevándome de regreso al lugar del que provenía.Me encontré de vuelta en el mismo lugar donde había estado con Grace antes de que la Bruja Madre me enviara a donde sea que me envió, en medio del bosque silencio
OwenVer el combate entre Alex y Grace me mantenía al borde de la desesperación. Mientras ellos luchaban en la plaza, yo me encontraba ocupado despejando el lugar de los hombres que intentaban avanzar e intervenir contra mi compañera.Los hombres que se cruzaban en mi camino eran una distracción necesaria pero peligrosa. Me movía con rapidez y precisión, usando mis habilidades para incapacitarlos sin causar daños mayores. La adrenalina me impulsaba, y cada movimiento estaba imbuido de urgencia.Aunque mi atención estaba en los hombres a mi alrededor, mi mente y mi corazón estaban con Grace. Sabía que ella era fuerte y capaz, pero verla enfrentarse a semejante amenaza me llenaba de ansiedad.Finalmente, logré despejar el área lo suficiente como para permitir que Grace tuviera espacio para enfrentar a Alex sin distracciones adicionales. Respiré profundamente, tratando de mantener la calma mientras me preparaba para unirme a ella en el desenlace de esta confrontación decisiva.Cuando reg
GraceRoma, ella no merecía eso. La visión de mi amiga atada y herida despertó una furia ardiente dentro de mí."Mataré a ese hijo de puta", gruñó Thyra en mi mente, sus emociones de ira resonando en cada fibra de mi ser."Es nuestro", respondí entre dientes, dejándole el control para liberarla. La necesidad de venganza se apoderó de mí, mezclándose con la rabia de Thyra.Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.Sentí mi cuerpo transformarse, la piel estirándose y el pelaje emergiendo. Mi conciencia se desvaneció ligeramente mientras daba paso a mi loba.En cuanto las patas de Thyra tocaron el suelo, comenzamos a correr en dirección a Alex con una determinación implacable. Cada músculo en mi cuerpo vibraba con energía, cada paso resonaba con el deseo de justicia.El aire fresco de la noche golpeaba mi pelaje, agudizando mis sentidos. Podía sentir cada detalle del entorno: el crujir de las hojas bajo nuestras patas, el aroma a tierra húmeda y el sonido distante de la lucha en la plaz
OwenLidiamos con la urgencia de la situación organizando rápidamente a un pequeño grupo de lobos. Cada movimiento estaba imbuido de una tensión palpable, alimentada por la amenaza latente de Alex y la incertidumbre sobre sus próximos movimientos.Temía que la nota enviada por Alex a Rafe fuera una trampa cuidadosamente elaborada. La posibilidad de caer en una emboscada nos mantenía en alerta máxima, listos para cualquier eventualidad una vez saliéramos de la ciudad.Dejé a Dan a cargo de observar a su padre, consciente de la carga emocional que enfrentaba.—¿De verdad crees que nos va a traicionar? —preguntó Dan, su voz cargada de dudas y preocupación.No pude evitar que el dolor se filtrara en mi voz al responder.—Maté a su hija, a tu hermana... —admití, sintiendo el peso de esas palabras sobre mis hombros, no por el hecho en sí, sino por el dolor que había causado en ellos.Dan pareció comprender lo que quería decir, no hubo necesidad de más palabras entre nosotros.Caminábamos co
GraceSentí un escalofrío recorrer mi espalda al leer una y otra vez las palabras en la nota. La tinta roja parecía brillar en contraste con el papel blanco, y cada letra se grabó en mi mente como una advertencia ominosa.Observé la cabeza de mi padre en medio de la sala, su expresión inerte y los ojos fríos mirando directamente hacia mí. El shock y el horror se apoderaron de mi ser mientras las palabras de la nota resonaban en mis pensamientos.Alfa: tendrás el mismo destino, A.A.—Maldito Alex —Owen gruñó entre dientes, su expresión cargada de ira contenida mientras se acercaba y me tomaba de los hombros.Traté de levantar la mirada, pero mis ojos estaban nublados por las lágrimas que amenazaban con caer, fijos en lo que quedaba de mi padre.—Grace, mírame —insistió Owen, sus ojos buscando los míos con urgencia.Finalmente, logré enfocar mi vista en él. Sus ojos azules estaban llenos de preocupación y enojo, pero también reflejaban la misma angustia que sentía yo.—Grace, escúchame
Último capítulo