—Es una cláusula inquebrantable. Y te concierne, porque eres cercano a la pareja. Si me entero que Karim Bakir maltrata a su esposa, tú y yo dejaremos de hacer negocios. Al menos, no los que lo incluyan a él…
—Ya déjate de tonterías, Adam… Muchas gracias, puedes retirarte.
La mucama asintió al mandato de su jefe, terminó de despejar la mesa y se retiró con una bandeja en las manos.
—Déjate de tonterías, Adam. Karim adora… ADORA a esa mujer. Es el centro de su universo. De no ser así, ¿le regalaría ese hotel? Una infraestructura que perteneció a su fallecido padre, luego pasó a mis manos en honor a él. ¿Son cosas que hace un mal esposo?
El abogado negó con su cabeza, un poco cansado de que Germán de vez en cuando se hacía el inocente en algunos temas.
—¿Eso qué tiene que ver? —Ya no estaba soportando hablar de la pareja en cuestión, pero era necesario. El abogado tenía sus ideas, sus planes, pero lo que más deseaba era que Bakir supiera que ya él sospechaba de la situación marital. S