La mañana siguiente en la mansión Winchester amaneció con una calma tensa y deliberada. La lluvia había cesado, dejando un cielo bajo y plomizo que se reflejaba en los charcos del jardín. Durante el desayuno, Lion anunció el plan del día con una tranquilidad que no admitía discusión.
—Olivia, hoy tienes tu clase de técnica avanzada en la academia. —Dijo, sin alzar la vista de su tableta. —Samuel te acompañará. Se integrará en la clase como alumno observador.
Olivia, que jugueteaba con una tostada, asintió con un deje de resignación. Después del incidente con Lucas, la presencia de sus guardaespaldas-alumnos era un mal necesario que estaba aprendiendo a aceptar.
—Está bien. —Musitó apenas.
—Gabriel. —Continuó Lion, dirigiendo su mirada hacia el joven, que desayunaba con una elegancia natural. —Tú te quedarás. Tengo unas tareas específicas para ti aquí. Revisar algunos sistemas de seguridad. Especialmente los sensores de la cocina y las despensas. Parece que ha habido... irregularidades