Mundo ficciónIniciar sesiónMINETTI:
Su cercanía seguía presente, cargada de esa tensión inexplicable que me hacía sentir como si el aire que respiraba fuera diferente, como si se impregnara de su presencia. No sabía si era él el que tenía ese poder o si era yo la que, en mi propia confusión, le daba la llave para alterarme de esa manera.
—¿Por qué saliste corriendo cuando viste a mi secretaria, Lili? —preguntó de pronto, su voz grave y directa cortando el silencio entre ambos, como un cuchillo afilado. Sus ojos, fijos en los míos, tenían ese brillo calculador que siempre me ponía nerviosa. No era la primera vez que me miraba así, como si intentara desentrañar cada uno de mis pensamientos. Mis labios se entreabrieron, pero antes de que pudiera responder, él continuó, dándome una explicación que yo no había pedido, pero que






