Capítulo 24. Cuando duele la victoria
Finalmente llegaron al campamento, aunque era algo anual y la organización era mucha, como toda actividad estudiantil estaba llena de retos y contratiempos, niños que se enfermaban, papás que debían irse por alguna emergencia, incluso algún lesionado podría haber. Así que los profesores y equipo de comités de padres se mantenían atentos.
La idea era que la convivencia entre los estudiantes y familiares se consolidara en comunidad, con espíritu deportivo, pero al ser un colegio privado de élite no era raro que los padres se conocieran y utilizaran el evento competitivo para hacer negocios, o incluso enfrentarse por viejas rencillas de todo tipo.
Por supuesto que Marian estaba ocupadísima, así que Verónica no podía hablar con ella, pero ahora estaba pendiente de su amiga y su interacción con el director de la institución, que era más seguida que la de otro profesor.
—Papá, nos inscribí en el juego de fútbol —dijo Daniel emocionado.
—Cuenta conmigo —respondió Mauricio con