Capítulo 85. El eco de una cultura que juzga antes de escuchar
En cuanto Mauricio regresó a la casa, observó que Verónica y su madre estaban en la cocina amasando masa para pan.
— ¿Estás segura que puedes hacer eso? —Le preguntó a Verónica.
—No es gran esfuerzo, estoy bien —dijo Verónica sin mirarlo, era obvio que estaba incómoda con él.
Mauricio no lo toleró, prefirió llevar a su hijo a la cancha de fútbol y sudar sus frustraciones.
Sentados con sendas tisanas cada uno, Mauricio descubrió que su hijo ya se daba cuenta de más de lo que creía.
—Papá ¿Ya mi mamá no se casará con Andrés?
Mauricio quería decirle que no, pero no podía estar seguro de los sentimientos de Verónica, todavía ardía la conversación entre ella y su madre.
— ¿Estarías decepcionado si ellos no se casan?
—No lo sé —meditó el niño—. Andrés es bueno conmigo, él me cae bien, y sabe muchas cosas.
Mauricio sintió el ladrillo que oprime su corazón cada vez que siente que le arrebatan un pedazo. Cada palabra de Daniel era un espejo que le mostraba lo que h