C89: Quiero saber cada cuánto se fumiga este lugar.
Los trabajadores, sobresaltados por la intensidad de sus órdenes, se movilizaron de inmediato y acudieron a la llamada; en pocos minutos la cocina se llenó de manos y caras expectantes.
Una vez reunidos, Raymond no perdió tiempo y dio instrucciones precisas y tajantes.
—Quiero que saquen todos los vegetales, todo lo que esté en el refrigerador, todo lo que haya en esta cocina. ¡Sáquenlo ahora, rápido!
La orden fue contundente y no dejó lugar a dudas. Los empleados se pusieron a trabajar bajo la mirada vigilante de Raymond, obedeciendo a toda prisa, recogiendo cajas, sacos y bandejas, mientras él observaba con expresión grave, decidido a asegurar cada rincón de la despensa y la nevera.
Después de que los empleados hubieron retirado meticulosamente todos los vegetales del refrigerador, de las alacenas y de cualquier rincón de la cocina donde se almacenaban, Raymond alzó la voz con firmeza, dejando que su autoridad impregnara el ambiente y se hiciera sentir de manera inequívoca.
—Ahora q