C44: Esto se acabó.
Alaska lo miró desconcertada. No comprendía el motivo de su reacción.
—¿Por qué me hablas de esa forma? —cuestionó—. Después de lo que Ámbar nos hizo a los dos… nos humilló delante de toda esa gente, Vidal. Había empresarios, políticos, gente influyente… ¡Nos dejó en ridículo! ¿No lo entiendes? ¡Todo eso fue un plan para destruirnos a ambos!
Pero las palabras de Alaska no lograron atravesar el muro de enojo que Vidal llevaba dentro.
—No intentes justificarte —regañó—. Tú eres la responsable de todo esto. Eres tú la que hizo que Ámbar terminara actuando de esa manera. Si no hubieras empezado con esas estúpidas publicaciones, si no hubieras creado esa cuenta falsa para atacarla, ¡nada de esto habría pasado!
—¿Qué? —articuló Alaska con indignación—. ¿Tú también vas a creer eso? ¿También crees que yo fui la que hizo esas publicaciones? —su mirada buscó la de él, desesperada por encontrar aunque sea una sombra de duda, una grieta que le permitiera defenderse.
Pero Vidal la observó con seve