Ethan

Las sombras del pasillo parecían estirarse con cada paso que daba, como si quisieran atraparme, impedirme avanzar. Pero no podía detenerme, no ahora. Cada descubrimiento, cada secreto desenterrado en estos últimos días, me consumía por dentro, y sentía que me acercaba a una verdad que no solo era peligrosa, sino también inevitable.

El eco de mis pasos resonaba en las paredes frías de piedra, multiplicándose en el silencio de la noche hasta volverse ensordecedor. Cada pequeño sonido se convertía en una amenaza invisible: el roce de mi ropa, el crujir leve de una tabla vieja, el susurro del viento colándose por alguna grieta. Iba directo hacia la antigua biblioteca del colegio, un lugar que ya se había convertido en el epicentro de todo lo que estaba sucediendo. Ahí era donde los espejos parecían perder su función de reflejar la realidad y, en cambio, mostraban imágenes distorsionadas, fragmentos de un mundo paralelo que parecía estar muy cerca y, sin embargo, fuera de nuestro al