Ecos del pasado
Ethan
La llegada de Lucian había cambiado todo, como si el aire en la escuela se volviera más pesado y denso, cargado de una amenaza invisible. No era solo un alumno nuevo con una sonrisa perturbadora. Era mucho más que eso. Era la puerta invisible hacia un mundo del que nadie debería saber ni una palabra.
Lo vi por primera vez en el pasillo, parado frente a su casillero, con una calma inquietante que hacía que cada movimiento suyo pareciera calculado. Sus ojos eran negros, profundos, y tenían una manera de mirarte que te dejaba desnudo frente a tu propia alma. Sentí que me desafiaba con la mirada, sin pronunciar una sola palabra.
No era miedo lo que sentí, sino una mezcla extraña de curiosidad y advertencia, como si algo dentro de mí reconociera esa oscuridad. No era la primera vez que veía a alguien así, pero la presencia de Lucian era distinta: resonaba con las sombras que Ana y yo llevábamos dentro, esas que siempre habíamos intentado esconder.
Cuando por fin nuest