Dante me llevó de camino a casa, se veía más que furioso, cuando hablo con el doctor, le pregunté muchas cosas y sobre todas las posibles situaciones que podrían pasarme y por las que pude estar en riesgo.
Aunque el doctor dijo que de alguna forma lo peor había pasado, solo lo sabríamos con los exámenes, llegamos a la casa y fuimos a la cocina de la panadería donde estaba mi tío haciendo los postres, olían deliciosos.
Mi tío estaba más que molesto, preocupado, cuando Dante le contó todo lo que dijo el doctor y tuvimos que contarle ahora sin y con detalles lo que había pasado ese día que Dante se quedó y parecía complacido con la respuesta.
Es como si le parecía mucho mejor que me enferme y él tuvo que cuidarme que, el yo estuviéramos felices teniendo relaciones, no pude evitar reír de la ironía.
Repasamos los cuidados, mientras comíamos, terminamos cuando Renzo volvió a llamar para que Dante hiciera presencia en la oficina.
—Puedo acompañar a Aurora a su apartamento —le dijo casi en f