AHAHAHAHAHAHAHAHAHAHHHHHHHHHHHHH.

¿Por qué siempre dice esas cosas y se va?

¿Por qué siempre me deja con el credo en la boca?

«No puede decirme eso, para que mi cabeza lo malinterprete toda sola y me vuelva loca.

O más loca.

¿O eso es lo que quiere?

¿Que pierda mi cordura?

Ahora voy a malinterpretar cualquier cosa que diga.

En todas las novelas hot —digo, de todas las maneras posibles— que he leído».

Mi tío subió al rato que Dante se fue, pero al contrario de lo que pensé, no discutimos.

Solo hablamos de mi salud y de cuál sería el momento correcto para llamar a papá y contarle lo que me estaba pasando.

Decidimos esperar a los resultados y confiar en que no fuera nada grave.

Después procedió a regañarme por una hora por no contarle que me había sentido mal.

Al final terminó llorando.

No había notado que él lloraba tanto, pero podemos decir que no hemos pasado por buenos momentos recientemente.

También hablamos sobre mi madre.

Estaba por cumplirse dos meses desde su muerte.