Capítulo 30. La Amenaza de la Verdad.
Narrador Omnisciente.
Lucas llegó al ala oeste de la mansión. Entró en la habitación de Lourdes sin siquiera tocar. Ruby se hallaba junto a la cama, mirando a su madre.
Lourdes estaba ya dormida. Elsa, la enfermera, le había tenido que suministrar un calmante suave. El shock de ver a John Wilson había sido demasiado para ella, y la palidez de su rostro era un recordatorio constante para Ruby del riesgo que estaba corriendo.
—¿Está dormida? —preguntó Lucas al entrar, su voz era un susurro grave, pero la ansiedad se notaba en el filo de su tono.
—¿Qué haces aquí, Lucas? —preguntó Ruby, levantándose de golpe.
—Tranquila. Quería hablar con tu madre. Acaba de pasar algo muy extraño y tenía que entenderlo —dijo Lucas, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, nervioso.
—¿Qué pasó? —Ruby se acercó, su instinto maternal se activó de inmediato al ver la ansiedad de Lucas.
—No lo sé con certeza. Vino mi tío, John, y reconoció a tu madre de alguna parte. La llamó Lourdes, ¿entiendes?