Capítulo 35. El Punto de Quiebre.
La mañana del lunes en la Torre Aurum, era un oasis de silencio y lujo en medio de la tormenta mediática. Sin embargo, en el interior del apartamento de Ramiro, el ambiente era tan denso como la niebla.
Ramiro estaba sentado en la esquina de un sofá, vestido con pantalones de deporte y una camiseta sin mangas, dejando su hombro expuesto. Su postura no era de relax, sino de derrota. Los correos electrónicos de los abogados habían comenzado a llegar, y su agente no dejaba de enviar mensajes desesperados. El mundo se estaba desmoronando, no por la lesión en sí, sino por un desafortunado paseo nocturno.
Un golpe discreto anunció la llegada de Aura. Ella entró, con su uniforme clínico inmaculado, portando su maletín de terapias. Su rostro profesional reflejaba un cansancio sutil, el rastro de un domingo dedicado a turnos de guardia en la clínica, lejos del prime time y las redes sociales.
—Buenos días, Ramiro —saludó Aura, su voz calma y neutra como siempre.
—Aura —respondió él con un asen