Narra Romina.
Al regresar a la mesa, puedo notar que el novio de mi madre ya no se encuentra, y eso se me hace muy raro, ya que son inseparables. Además, la conversación entre mi madre y Dany es muy alegre.
No lo entiendo, ella jamás me había dejado tener amigos ni verlos, sólo podía cuando salía temprano de clases.
Miro y la cena ya está servida, y es salmón, ella sabe perfectamente que no me gusta. Y no pude evitar poner mala cara una vez que tomo asiento.
—Al fin regresas. Pedí el salmón porque necesitas las proteínas para mi nieto. —Si, lo supuse.
Mejor me quedo callada, porque el decirle algo, es sólo causar problemas con ella.
—¿Qué nombre le pondrás a tu bebé? —La pregunta de Dany me sorprendió.
—Bueno, si es niñ0, quiero que se llame Mark, como mi abuelo. —Ese nombre me gusta mucho, así se llama mi abuelo, a quien tiene tiempo que no le visto. Sé que él nunca tuvo una buena relación con la familia y menos con su hija, pero a mí, me ha querido mucho y siempre me apoyó.
Como lo