Entré a la habitación de William, estaba confundida y sorprendida. Mi cabeza no dejaba de crear teorías sobre los tipos que estaban con mi prometido.
Me dejé caer en la cama y empecé a analizar cada palabra que acababa de escuchar.
En ese momento Shyla entró. Su sonrisa se borró al verme acostada y con la mirada perdida en la nada.
ㅡ¿Te pasa algo? Pareciera que has visto un fantasma ㅡbromeóㅡ. ¿Está todo bien?
Me levanté y dí algunos pasos. Por alguna razón, sentí que no podía mirarla, así que mis ojos iban de un objeto cualquiera a otro, siempre y cuando no fuera ella.
La distancia entre nosotras se redujo y continué hasta estar frente a Shyla, entonces mis ojos fueron hacia su rostro.
ㅡ¿Quiénes eran esos tipos? ㅡinterrogué, seria.
Shyla se quedó callada y eso me hizo sentir impaciente.
Dió un paso hacia atrás y ví como sus manos tanteaban en busca de la puerta, con intenciones de huir.
ㅡ¿A qué se dedican, Shyla? ㅡinsistí.
Ella siguió sin hablar. Pensé que perdería la cordura mientras