Anabella frunció el ceño, con el labio inferior temblando de rabia.
—¡Eso nunca! —exclamó, golpeando la mesa con la palma de la mano—. ¿Te has vuelto loco? Nunca voy a entregar el poder. Yo seré la jefa de los jefes, y esos hijos de puta besarán el suelo por donde yo camine.
Agarró la tablet con movimientos decididos, caminó hacia la galería y escogió tres imágenes. Con dedos precisos y rápidos, escribió el mensaje para Alessandro, su voz se mantenía firme mientras murmuraba las palabras para sí misma:
"Te he adjuntado las fotos de tu querida esposa. Como puedes ver, ella está en mi poder, y solo tú puedes liberarla o permitir su muerte prematura y la del niño que lleva en su vientre.
Si quieres que Natalia siga entre nosotros, deberás ayudarme a reunir a los Rossini y adherirla a los Molinari. Además, quiero que te divorcies de ella y te cases conmigo; esa es mi condición. Si te niegas, prepara tu traje negro de Hugo Boss para asistir al funeral de tu querida esposa."
✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨
Ale