Morgan
Quizás estaba empezando a entender por qué la gente decía que esa familia era tan jodidamente irresistible. O quizás simplemente estaba perdiendo la cabeza. Cuando la canción terminó y la última nota se desvaneció en el aire, Stefan bajó el volumen del altavoz con un gesto exagerado y se inclinó hacia mí con una sonrisa de suficiencia que me dieron ganas de borrarle a bofetadas. —Espero que hayas disfrutado del espectáculo, doctora. —Dijo con voz ronca y burlona, como si todo aquello hubiera sido solo para molestarme. Lo peor es que probablemente lo había sido. —Ha sido... inolvidable. —Respondí, intentando sonar sarcástica, pero el tono aún tenía rastros de mi risa incontrolable. Stefan dejó el altavoz sobre la encimera como si nada y, en cuestión de segundos, él, Nikolai, Valentino, Bianca y Adrián volvieron a sus lugares en la cocina. Como si acabaran de tener una conversación común y