JASON
Desde un tiempo atrás, comencé a buscar de nuevo a Sabrina, aunque estuviera seguro de que me odiaba por como la traté durante todos los años maravillosos que ella me regaló. Admito que fui un estúpido, un cobarde que tenía miedo de ser un títere a merced de una mujer, tal y como mi padre lo era bajo el yugo de mi madre. Sentía tanto la presión de mi familia, por que fuera yo quien dominara la situación, llevara las riendas de la relación y manejara a Sabrina, que caí demasiado bajo engañándola tantas veces.
Sin embargo, a pesar de todo lo que había hecho, existía algo fuerte que no me dejaba olvidarla. Siempre la quise, pero no sabía con certeza si necesitaba su perdón para dejar atrás el pasado, o si era el amor que el karma había sembrado en mi corazón, hacia la única mujer que jamás estaría conmigo de nuevo.
Cuando conocí a Lucila, mi familia quedó encantada con ella y creí que sería la mujer ideal para apartar mi pasado de mis pensamientos constantes. La quería; era guapa,