SABRINA
Al llegar, abrió para mí la puerta del apartamento donde hora se quedaban mis amigas y entré por mis cosas. Él iría directamente al suyo y luego lo alcanzaría. Tomé una camiseta para dormir, unos vaqueros y una blusa para el día de mañana. También ropa interior y mis objetos personales de aseo. Sin embargo, cuando iba de salida, llegaron mis amigas junto con papá y Josh.
—Solo vine por algunas cosas. —Mostré mi pequeño bolso y me acerqué a mi padre para darle un beso—. Descansen, nos vemos mañana.
—Tenemos algo para ti, Sabrina —dijo Sara, mientras Alina corría hacia el cuarto que ocupaban ahora las tres, y regresaba de la misma manera con un pequeño paquete negro.
—Úsalo esta noche —susurró Alina y fruncí el ceño.
—Es nuestro regalo de bodas —acotó Mila.
—Pues, gracias —susurré, intrigada—. Me voy, nos vemos mañana —me despedí y las abracé a todas, le di un beso a Josh, a papá y me marché.
Al entrar al apartamento de Piero, quien había dejado la puerta entreabierta para mí, l