Capítulo 57
La lujosa sala de reuniones del exclusivo Club de Empresarios en la zona alta de la ciudad, brillaba con una opulencia casi obscena para el resto del mundo. Paredes de madera pulida, alfombras persas y luces tenues adornaban el lugar. En el centro, una mesa de ébano sostenía una decena de carpetas, recortes de periódico y fotografías impresas a todo color de varias personas. Las imágenes mostraban a Leone Miles con Irina, a veces con el niño en brazos, otras entrando juntos a edificios oficiales o saliendo de reuniones de trabajo. En otras, se vería a los tres saliendo del hospital, luego de que Gail terminara con las quimioterapias.
Rogelio Esteban se servía una copa de whisky con movimientos pausados y ceremoniales. Por otro lado su hija, Georgina, estaba sentada frente a él con las piernas cruzadas. Ella revisaba maliciosamente cada uno de los informes con una sonrisa ladeada que no auguraba nada bueno.
— ¿Lo ves, papá? Cada paso que dan esos infelices están documentado