Sentí cómo mis ojos se iban a salir de la cuenca de mis ojos al escuchar la propuesta de matrimonio de Zayd. Supuse que era una broma, así que comencé a reír a carcajadas mientras sostenía mi estómago que empezaba a doler debido a la fuerza con la que reía.
—Buena broma, por poco me la creo completita.
—No es una broma —él se puso totalmente serio y se puso de rodillas frente a mí —¿Quieres ser mi esposa, Kany?
El anillo en esta ocasión era diferente, era un poco más sobrio. Tenía una argolla fina rodeada de diamantes y en el medio había una perla de tamaño mediano.
—Por favor espero que me perdones, esta propuesta es más desastrosa que la primera. Pero dadas las circunstancias es que me veo obligado a hacerlo de esta manera, prometo compensarlo después.
—Zayd, esto es una locura. Simplemente, no puedo hacerlo, me encuentro comprometida con Mustafa y es con él con quien me voy a casar, entiende eso de una vez.
—¿En serio quieres casarte con Mustafa en vez de conmigo? Y no, no estoy ha