Rocío fue corriendo en dirección a Gianluca, él todavía respiraba con un poco de dificultad y mantenía sus ojos abiertos. Ella tomó la mano de aquel hombre que se suspendía en el aire como si esperara la suya.
—Gianluca, trata de resistir —los ojos de Rocío se comenzaron a llenar de lágrimas —. Vamos, no puedes irte. Tienes toda una vida por delante.
—Rocío, perdón por no poder cumplir con lo que prometí —la sangre salió de la boca de Gianluca —. En serio que quise hacerlo todo, pero tal como lo temía, terminé así.
—¿De qué estás hablando?
—No pude capturar a ese bastardo y devolverte a tu be…
Gianluca terminó por cerrar los ojos en ese momento, su mano se deslizó como si fuera agua en las manos de Rocío.
—¡Ayuda! —Rocío gritó con tanta fuerza que hizo retumbar su garganta —¡Llamen una ambulancia!
Mateo ya lo estaba haciendo mientras veía la escena, él se acercó donde ellos e intentó apartar a Rocío del lado de Gianluca.
—No, no quiero —ella se movió bruscamente y se soltó del agarre