En los ojos del abuelo de Mustafa había una rabia muy grande. Él le dio una bofetada a su nieto que lo tumbó al piso. Luego tomó el cabello de este sujeto y lo puso de rodillas frente a mí.
—Pide perdón a Kany De Al-Mazhar si no quieres que te mate aquí mismo delante de ella, no pienso perder mi imperio por un muchacho idiota que se cree la última soda del desierto cuando ni siquiera llega a agua podrida —él miró a Pelin con una mirada penetrante que dejó helada a aquella mujer —luego pienso arreglar cuentas contigo porque lo que has hecho es demasiado grave, espero que puedas comprender las cosas.
—Sí, abuelo —ella bajó la cabeza —. Lamento demasiado lo que esto te está ocasionando, espero poder ayudar de alguna manera.
—Solo hazte a un lado, ya suficiente has hecho y te digo que si vienes a abogar por el idiota de tu hermano. Créeme que voy a olvidar que eres la heredera de la familia Günsür.
Pelin ni siquiera se atrevió a ver directamente a su abuelo, ella simplemente bajó la mirad