102. LA PREOCUPACIÓN DE RICARDO
VICTORIA:
Estuvimos un rato más contándonos nuestras vidas. Sentí un nudo en la garganta y un dolor profundo en mi corazón al escuchar que él se había quedado huérfano por un accidente automovilístico con sus padres cuando tenía cinco años. No recordaba mucho de ello, solo unos focos que los seguían mientras su padre conducía a una velocidad vertiginosa. Luego, lo otro que recuerda es despertar y caminar por una carretera oscura por mucho tiempo hasta que alguien lo recogió y lo dejó en las puertas del orfanato. Allí vivió toda su vida, y no conoce nada más.
Me asombré de ver que su historia y la mía eran similares en cuanto a la muerte de nuestros padres, aunque yo no iba con ellos y ya era una mujer casada cuando los perdí.
—¿Y de grande nunca los has buscado? —pregunté con curiosidad.
—No, ¿cómo puedo hacerlo si no recuerdo ni mi nombre de aquel entonces? La policía tampoco tiene en sus archivos nada sobre el accidente de mis padres en el área en que me encontraron. Dicen que no hu