Capítulo 75. Venganza.
Luego de almorzar en el patio y de que los niños tomaran una pequeña siesta, todos salieron en la vans para recorrer Seattle.
Liam llevó a los niños al Space Needle, la enorme torre, símbolo de la ciudad, desde cuya cima podía disfrutarse de una vista completa de la zona, hasta las lejanas montañas.
Se tomaron muchas fotografías y compartieron risas y diversión sin descanso. Gisela estaba encantada porque los gemelos comenzaron a llamarla abuela, ya la habían adoptado, no tenía escapatoria.
Los niños estaban felices porque ahora tenían abuelos nuevos, dos perros y un gato, porque para ellos, todo lo que había ahí les pertenecía.
De allí fueron al Zoológico Woodland, donde los chicos pudieron darle de comer a las jirafas quedando fascinados con ellas. Pero cuando visitaron la exposición de dinosaurios, se conmovieron tanto que sus lagrimitas brillaron en sus ojos.
—¡Papá, mira! ¡De verdad son gigantes! —exclamó Matt observando maravillado la inmensa escultura de un tiranosaurio rex de