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InicioUna madre para mi hijo
Una madre para mi hijo

Una madre para mi hijoES

Romántica
Giss Vargas  Completo
goodnovel16goodnovel
9.9
Reseñas insuficientes
124Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

CrimenbxgRomanceMafiaprotagonista femenina fuertePoderosoSuspenso

Trilogía Carluccio: Libro 1. Una madre para mi hijo. Libro 2. El padre de mis hijos. Libro 3. El hijo de la reina de la mafia. Salvo al hijo de un mafioso importante de Italia de un posible asesinato sin saber que esto pondrá mi vida de cabeza, pero ¿Cómo escapar de un hombre que desde el primer momento que vi me robo la respiración? Sin contar que este no me quiere dejar libre, el quiere que de ahora en adelante yo sea Una madre para su hijo. ¿Qué es capaz de hacer una mujer despechada por conseguir el amor de un hombre?, pero ¿Qué sucede cuando no es una mujer sino 3? Un asesinato y 3 sossas ¿Quién será la culpable? Una historia llena de traición, mentiras, secretos y venganza, pero sobre todo de amor verdadero. **AVISO IMPORTANTE Estimado lector para mayor comodidad tuya los tres libros podrás encontrarlos en uno solo. Gracias por tu comprensión.

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Una madre para mi hijo Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • EPÍLOGO

    Nuevamente me encuentro en el cementerio, un lugar ya tan recurrente para mí, que mi pecho se oprime ante la pérdida que estoy afrontando en este momento, bajo la mirada y observo la rosa blanca que sostengo en mi mano, mientras siento como una lágrima traicionera escapa de mi ojo, con la misma mano que sostengo la rosa me apresuro a limpiarla, dado que sé que a la persona que ahora despido no le gustaría verme en ese estado.Después de cinco largo años Giuseppe Lombardi, se despidió de nosotros para reencontrarse con su hijo, a quien ha añorado después de todos estos años y si no fuese porqué mi madre se convirtió como en una hija para él, la tristeza que se decía lo embargaba hubiese acabado con él antes de tiempo.Observo a mi alrededor y tanto mi madre como mis hermanas están destrozadas ante su pérdida, pero sé que también se encuentran tranquilas de haber estado para con él en sus últimos días de vida. A mi lado, tomándome de la mano como siempre lo ha hecho hasta ahora se encue

  • CULPAS DEL PASADO

    Bajamos por el ascensor tan rápido como podemos y cuando llegamos al estacionamiento me encamino sin perder tiempo a una de las camionetas que aún permanecen aquí.—No tardaremos en llegar, está a unos treinta minutos de aquí —les informo subiendo a la camioneta y abrochando mi cinturón para después pisar a fondo el acelerador.El camino hasta mi antiguo hogar se pasa en un parpadeo y cuando llegamos al lugar, veo que solo unas cuantas paredes han permanecido en pie a lo largo de todos estos años, apago el motor y tomo una de las armas que se encuentra debajo del asiento.—Quiero que permanezcan aquí, hasta que llegue Bellini y Flavio.—No lo haremos, dijimos que te acompañaríamos y eso haremos —me contradice Yasha con los dientes apretados.—De ninguna manera, se quedarán aquí hasta que el resto de mis hombres llegue.Bajo sin darles tiempo a replicar, traspaso las rejas que se encuentran abiertas y no he dado ni dos pasos cuando unos hombres se paran frente a mí, disparo mi arma, pe

  • MI FUTURA ESPOSA

    YelizavetaPoco a poco abro mis ojos y me siento un poco desorientada sin saber dónde me encuentro, sacudo mi cabeza y cuando logro enfocar mi mirada observo todo a mi alrededor, dándome cuenta de que estoy como en una especie de bodega abandonada, pero por extraño que parezca estoy sola o al menos eso creo.Todo es tan confuso que cada que intento recordar que ocurrió me duele un poco la cabeza, cuando al fin a mi mente llegan pequeñas escenas de lo que sucedió está mañana, un escalofrío me recorre por completo, todas esas camionetas cerrándonos el paso, los hombres de papá intentando protegerme, así como los del bombón que venían detrás de nosotros y aquella chica, gritando mi nombre antes de recibir ese golpe y perder el conocimiento.Intento tocarme la cabeza que fue donde recibí el fuerte golpe que me dejo inconsciente, pero me doy cuenta de que estoy amarrada a una silla, cuando estoy por moverla escucho unas voces desconocidas.—La golpearon muy fuerte —grita un hombre seguido

  • ¿DÓNDE ESTÁ YELIZAVETA?

    Alexandre —Jefe, aquí afuera se encuentra el señor Belucci quien insiste en hablar con usted —me informa uno de mis hombres, dejo los documentos que estoy leyendo un tanto confundido por la visita del padre de Liza.—Déjalo pasar, por favor. —Mi hombre se hace a un lado y veo pasar al señor Belucci bastante molesto, mira de un lado al otro como si estuviese buscando a alguien hasta que finalmente centra su mirada en mí.—¿Dónde está Yelizaveta? —inquiere molesto.—Lo siento suegro, pero Liza y yo no quedamos en vernos, no la he visto desde hace días.—E-eso no puede ser posible, ella me comentó que vendría a verte y salió al medio día de casa y es hora en que no ha regresado. —Observo la hora en mi computador y me doy cuenta de que pasa de la medianoche, por lo que tiene más de doce horas desaparecida, me levanto de golpe de mi asiento y tomo mi celular e intento comunicarme con ella—. No contesta, lo hemos intentado desde hace horas —expresa con un ligero temblor en su voz.—¿Por qu

  • ADVERTENCIA

    Alexandre —Desde hace varios días actúas un poco extraño, ¿qué te preocupa Alexandre? —inquiere Flavio en cuanto se percata de mi semblante.Giro mi silla, lanzo un hondo suspiro y observo toda Liguria en un intento por mi mente de tantos problemas, después de una pequeña pausa decido hablar.—Hace días alguien exploto un barco del padre de Liza, al parecer tenían un cargamento muy valioso que estaba por salir a Rusia, esto supuso una gran pérdida tanto para mi suegro como para su socio.—¿Y eso en que te afecta? —inquiere Bellini—: ¿no me digas que el muy desgraciado se atrevió a culparte? —brama furioso.Sin poder evitarlo comienzo a reír, cuando giro mi silla nuevamente para quedar de frente a ellos niego con la cabeza.—¿Por qué no me sorprende que pienses eso de mi suegro?—Será porque el muy imbécil es capaz de eso y más —se defiende Bellini fulminándome con la mirada.—Solo porque no está Liza te daré la razón, pero frente a ella nunca lo haré, así que ya sabes Bellini guarda

  • ESTRELLAS

    Yelizaveta En cuanto subimos a la camioneta del bombón para dirigirnos a su mansión, escucho como sus padres comienzan a discutir en voz baja con la intención de pasar desapercibidos.—Se puede saber, ¿por qué no interviniste Massimo? —inquiere la señora Lilibeth y por la forma en la que habla, me doy cuenta de que está un poco molesta con su marido.—Fierecilla, tú lo estabas haciendo de maravilla, no me necesitaste en ningún momento. Además, me encanta verte en ese modo de mamá gallina —responde el señor Massimo, dándole un pequeño beso en los labios, de inmediato giro mi rostro para que no piensen que estoy de entrometida, pero aun así continúo escuchando su plática.—No me gusta la forma en que se dirige a Alex —expresa bajando un poco más su voz.—Lo sé fierecilla, pero Alex lo acepto en todo momento y no le dijo nada, ¿qué podemos hacer nosotros? Nada.—No es tu culpa cariño —murmura el bombón enredando su brazo en mi cintura, al parecer no soy la única que los escucho discutir

  • COMPROMISO

    Fabrizio —Si estás aquí es porque debes informarme algo, ¿de qué se trata? —inquiero sin levantar la vista de mi trabajo.—Nuestros hombres nos informaron que Carluccio acaba de llegar a la mansión Belucci con sus padres, ellos creen que han ido para hacer formal su relación.—¡Con un demonio! —Exploto furioso golpeando mi escritorio—. Esto no puede estar pasando.Me levanto de mi asiento y comienzo a pasear por mi despacho, pensando en la mejor forma de evitar a toda costa que ese compromiso se lleve a cabo.—Quiero que mandes explotar el cargamento que espera en el puerto —le ordeno deteniendo mis pasos.—¿C-cómo?—¿A caso eres imbécil? ¿Necesitas que repita mis órdenes dos veces?—Lo lamento jefe, es solo que eso supondrá una gran pérdida tanto para usted como para Belucci.—Esa pérdida no es nada comparado con lo que puedo ganar al mantener alejada a Yelizaveta de Carluccio.—¿Les pido a nuestros hombres que abandonen el barco?—No, a veces es bueno hacer ciertos sacrificios con

  • PETICIÓN

    Alexandre —No entiendo a qué te refieres bombón. —Comenta Liza con una pequeña mueca, frente a nosotros escucho como Brianna suelta una risita, pero la ignoro.—Sí bombón, explícanos. —Interviene Brianna con una sonrisa maliciosa.—¡Brianna! —La reprendo, porque estoy seguro de que ahora que sabe cómo me llama Liza, será imposible que me deje de decir así.—Que aburrido eres. —Veo como el abuelo le lanza una mirada cómplice y niego con mi cabeza.—Muñequita, deja que tu hermano nos explique. —Interviene mi padre, Brianna le hace un pequeño puchero y guarda silencio, mientras sigue abrazada al abuelo.—El padre de Liza debe de tener su propio hangar, sé que, si hablamos con él y le explicamos la situación, él nos podría ayudar. Además, podemos sacar al abuelo por medio de los túneles de la casa, es lo que se me ocurre por el momento.—¿Y el padre de tu novia aceptará? —Inquiere mi padre no muy convencido.—Es posible, aunque no estoy muy seguro.—No te preocupes bombón, yo hablaré con

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124 chapters
PRIMER ENCUENTRO
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Lilibeth Domínguez  Voy camino hacia una cafetería muy linda que encontré ayer en Orvieto, Italia es un lugar muy tranquilo y me gusta, tiene poco más de una semana que me mude aquí ya que en mi país no tengo nada que me retenga. Después de la muerte de mis padres me sentía tan sola que necesitaba buscar una nueva aventura, pero nunca pensé que lo que viviría en los siguientes días sería más que una aventura. Salgo de la cafetería con un delicioso helado cuando veo a un hombre que me corta la respiración, está sentado, pero puedo deducir que mide más de un metro ochenta, es fornido, ojos azules que destacan sobre su piel bronceada sobre todo con ese cabello negro azabache y la mujer que lo acompaña es hermosa en toda la extensión de la palabra, cabellera rojiza, de piel blanca, alta y de buen cuerpo, ya que desata las miradas de todos los hombres que pasan por ahí, nuestras miradas se encuentran unos segundos y siento como un vuelco al corazón, pero yo
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BEBÉ A SALVO
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Algo me dice en italiano, pero yo no le entiendo y le explico que sólo hablo en inglés y español, uno de sus hombres hace de traductor todo el tiempo, me exigen que le entregue al bebé que tengo en mis brazos y que les explique qué hago yo con él, sin previo aviso el hombre se acerca a mí y trata de arrebatarme al pequeño de mis brazos, pero yo me aferro a él como si mi vida dependiera de ello. —Por favor no le haga daño, ¡Él es inocente! —le pido mientras más lágrimas brotan de mis ojos entonces su hombre le traduce lo que le he dicho y me responde. —Dice mi jefe que por favor nos entregue al bebé, él es el padre del pequeño y hemos estado buscándolo desde que nos enteramos del accidente. —me sorprende que diga esto, pero aun así no puedo fiarme de su palabra. —¿Cómo puedo saber si no me está mintiendo? No puedo entregárselo hasta que me demuestre que él es su padre. —Después de hablar con su jefe y éste gritar exasperado me jala del brazo y, me muestra una
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INCONSCIENTE
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
—Por cierto, su madre me entrego esto. —Saco la cadena que me dio la mujer antes de morir. Es una cadena con un anillo de oro y junto a éste se encuentra un hermoso medallón con forma de corazón adornado con pequeños diamantes los cuales forman una “K”. Le tiendo la cadena, él la toma y puedo ver un poco de dolor en sus ojos, después me jala nuevamente del brazo, esto ya me está molestando no me gusta que me haga eso.  —Dice mi jefe que si la señora Katherina le dijo algo más —exige en un tono apremiante idéntico al de su jefe.  —Sí, dijo algo como “Per favore, prenditi cura del mio bambino” (por favor cuida de mi hijo). —Miro al padre del pequeño y veo como asiente con la cabeza—. Bien creo que eso es todo, ahora debo irme. —Y sin mirar atrás corro por un pequeño callejón, mientras escucho gritos a mi espalda, logró correr cerca de cinco metros, cuándo siento como alguien me alcanza y pone un trapo húmedo sobre mi nariz y boca, pataleo desesperada
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INTENTO DE HUIDA
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Lilibeth  Despierto en una habitación que no reconozco, me duele mucho la cabeza y el rayo de luz que entra por la enorme ventana me lastima demasiado y no logró enfocar bien, dirijo mi vista de un lado a otro y no puedo recordar cómo llegué hasta aquí, sólo recuerdo que salí corriendo, dejando atrás a todos esos hombres cuando alguien cubrió mi rostro con un paño húmedo y de ahí ya no recuerdo más.  Me levanto rápido y me dirijo a la puerta la cual está abierta, salgo, pero no encuentro a nadie, esto me provoca miedo, ¿quién puede secuestrar a alguien para luego dejarlo deambular por ahí? Bajo las escaleras y veo frente a mí una puerta enorme de madera, salgo corriendo y me paro en seco cuando veo en el jardín como veinte hombres todos armados, pero como no me detienen trato de correr hacia la salida principal cuando escucho que gritan mi nombre en un acento raro, me giro rápidamente y veo al mismo hombre de ayer.  —Lili…beth. Leer más
PREFIERO MORIR
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Massimo  Veo como esta mujer toma a mi hijo y sé que Katherina no se equivocó en dejarlo al cuidado de ella, está tan contenta jugando con él que no ha reparado en mi presencia, carraspeo y veo como sus ojos por fin reparan en mí, puedo notar su mirada llena de odio y me vuelve a ignorar concentrándose en Alexandre.  Tocan a la puerta y entra una de las sirvientas con una bandeja llena de comida, pedí que le trajeran de todo un poco ya que tiene bastantes horas sin comer y no quiero que enferme, deja la bandeja en la mesita y le ordenó que se retiré, cuando entra Pietro, le pido que haga de intérprete con esta mujer y que le pida que coma.  —Dice el señor Massimo que por favor coma algo, ya está lista su comida. —Pues dile a tu señor que no tengo hambre y no pienso comer nada, quiero salir de aquí no me puede mantener encerrada todo el tiempo. —en cuanto me informan lo que acaba de decir, me levanto de la silla en la que estaba
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INTENTO DE SUICIDIO
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Ya han pasado cuatro días desde que llegué aquí y fiel a mi palabra no he comido nada sé perfectamente que una persona puede sobrevivir más de treinta días sin comer, espero que con esto me deje ir de una vez por todas, pero no soy tonta lo único que hago es beber agua y es lo que me mantiene, en todo este tiempo muchas veces ha tratado de obligarme a comer, pero siempre termino saliéndome con la mía, hoy es un día soleado y he visto el jardín que es divino y tiene una piscina hermosa, pero muy profunda así que decido sacar a Alexandre a tomar un poco de sol según lo que su hombre llamado Pietro me ha dicho yo estoy aquí para cuidar de su hijo. Estamos por salir al jardín cuando Massimo me detiene y pone su brazo para impedirme salir.  —Creo que ya que estoy cuidando de su hijo por lo menos podemos salir al jardín es sofocante estar todo el día dentro. —Y sin esperar respuesta empujo su brazo y salgo al jardín, ahí también hay por lo menos cuatro hombres armados
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NO SOY ALGUIEN QUE SE DEJA INTIMIDAR
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Han pasado dos días desde que traje a esta mujer al hospital con Carlo mi doctor personal, él la ha estado cuidando todo este tiempo y ahora se encuentra bien, el primer día cuando no despertaba me asusté demasiado, pero resulta que se debía a lo débil que se encontraba, en cuanto despertó preguntó por Alexandre, ni siquiera me dio las gracias por haberla salvado y en todo este tiempo no me ha dirigido la palabra. Le dan el alta y ya en mi casa la llevo cargando hasta su habitación.  —No te pienso agradecer, es tu culpa si me hubieses dejado marchar yo no estaría así. —dice y me lanza una mirada gélida, se da la vuelta para no mirarme, lo que inmediatamente me hace fruncir el ceño.  Lilibeth  Al siguiente día, me levanta una chica llamada Mia la han contratado para ser mi servidumbre personal, aunque lo que yo creo es que quieren alguien que me vigile todo el tiempo, me pide que baje a desayunar, pero como no tengo ropa, en primer luga
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UNA ADVERTENCIA
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Massimo  Cuando Lilibeth entra al comedor no puedo evitar pensar que se ve muy atractiva, aunque lleve puesta su pijama, pero en cuestión de segundos recuerdo porqué se encuentra ella aquí y cambio la expresión de mi rostro, no quiero que se dé cuenta de lo que provoca en mí, me ignora como lo ha hecho todos estos días y a decir verdad eso me fastidia, solo tiene ojos para mi hijo y es algo bueno, ya que así el no resiente la falta de su madre.  Entra Charlotte para dejar su plato de desayuno a Lilibeth, puedo notar como esta se queda pensativa y en unos cuantos segundos se levanta, supongo que quiere saltarse el desayuno para así convencerme de dejarla libre, pero lo que hace a continuación no me lo esperaba. Se lanza sobre mi sirvienta a lo que le grito que la dejé tranquila, se me olvidaba qué todo este tiempo fingía no entenderla y ahora al darse cuenta de esto me grita que me callé.  Noto como está fuera de sí y comienza a
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LIBRE
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Lilibeth Han pasado varios días desde que llegue del hospital y en todo este tiempo no volví a ver a la tal Charlotte, le he preguntado a Mia por ella, pero alega que se tuvo que ir por lo que sucedió, aunque a decir verdad yo dudo de esto, pero me deja tranquila no tener a esta mujer cerca de mí, sin embargo, no quiero ser una presa fácil para cualquiera que quiera intentar lo mismo así que decido pedirle algo a Massimo durante la comida. —Quiero ir a mi antigua habitación que rentaba. —me dirijo a Massimo y por un momento me doy cuenta de que le sorprende que me dirija a él, ya que desde lo ocurrido con la tal Charlotte lo he ignorado por completo, lo que menos deseaba era hablar con él, pero en verdad necesito algo de él. —No puedes ir, sabes que no puedes regresar ahí. —contesta con indiferencia.  —Necesito las cosas que dejé ahí, toda mi ropa y mis documentos, no puedes negarme eso. —grito y me levanto de mi asiento.  —
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HUMILLACIÓN
Una madre para mi hijo/Giss Vargas
Terminamos nuestros alimentos y estamos casi por salir del centro comercial cuando dos mujeres se dirigen a mí.  —Así que tú eres la nueva amante en turno de Massimo. —grita una de ellas, la cual es alta, de buen cuerpo, morena, cabellera oscura y ojos claros, pero el tono en que lo dice no es nada amistoso, su amiga por su parte solo me mira con odio.  —Eso no es asunto tuyo, no te conozco y no tengo porque contestarte. —Trato de seguir de largo, pero ésta me toma por el brazo y me jala hacia ella haciendo que las personas que pasen por ahí se queden observando la escena.  —¿Piensas que por cuidar a su hijo te convertirá en su esposa? Sueñas, eso nunca pasará, después de que te meta a su cama se olvidará de ti. —Acto seguido me avienta su bebida a la cara, puedo ver cómo a mi lado Franco quiere acercarse a esta mujer y hacerle pagar por lo que hizo, levanto mi mano en señal de que se detenga y no haga nada.  —¿Sabes? No me interes
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