A MERCED DEL DINERO. C246: He sido profundamente infeliz.
—Entonces... al final lo lograron, ¿verdad? —cuestionó Marfil—. Te dejaste convencer por ellos... por tus padres. Tanto insistieron, tantas veces te dijeron que yo solo estaba contigo por interés, que lo mío era pura conveniencia... Y al final lo creíste. Ellos ganaron, Richard. Ellos lograron sembrar la duda en ti.
Se apartó un paso, dolida, mientras su respiración se hacía más agitada por la indignación que le recorría el cuerpo entero.
—¡Tú dijiste que siempre confiarías en mí! Que ibas a creer en lo que teníamos... ¿Y ahora? Ahora me estás acusando de todo lo que ellos inventaron. ¡No es la primera vez que tu madre dice esas cosas sobre mí! Me despreció desde el principio, sin conocerme siquiera, pero al final, tú le diste la razón —señaló, mientras giraba el rostro con la intención de darle la espalda para mostrar su indignación.
Pero Richard no se lo permitió. En un movimiento brusco, le sujetó el brazo, no con violencia, pero sí con fuerza suficiente para obligarla a girarse ha