A MERCED DEL DINERO. C235: ¿Vas a abandonarme?
Richard se quedó quieto, como si aquellas palabras le hubieran atravesado el pecho. La miró, tratando de comprender si de verdad hablaba en serio.
—¿Qué estás diciendo? —preguntó, perturbado.
—Lo que oíste —respondió ella—. Yo ya no veo en ti al hombre que conocí, el hombre que me hacía soñar. No veo esfuerzo, no veo lucha, no veo nada en ti que me inspire, Richard. ¡Nada! ¿Dónde está ese hombre que me consentía, que me regalaba cosas, que me llevaba a todos los lugares que deseaba? Ya no estás. No eres el hombre de mis sueños. Yo te admiraba, Richard, te admiraba y te respetaba... y solo mírate ahora. ¡Míranos! Mira esta casa... ¿Cómo demonios crees que voy a admirarte así? ¿Cómo esperas que te respete así?
Él se acercó lentamente, con pasos pesados, con los ojos clavados en los de ella.
—¿Crees que no merezco respeto solo porque ya no soy rico? ¿Porque ya no soy ese hombre que te compraba regalos caros?
—¿Sabes qué, Richard? Ya no tiene sentido seguir hablando. Lo he estado pensando