A MERCED DEL DINERO. C183: ¿Estuviste bebiendo?
Lucas se quedó solo, con la mirada perdida en un punto invisible mientras su cuerpo aún cargaba el calor de ese beso prohibido. Sus pensamientos lo abrumaban, girando en círculos sin salida. La imagen de Marissa apareció como una ráfaga en su mente, con esa sonrisa serena que tanto le gustaba, con la ternura que siempre le ofrecía sin condiciones. ¿Qué pensaría si supiera lo que acababa de pasar? ¿Qué haría si descubriera que él había cedido, aunque fuera por un momento, a los labios de Marfil?
El peso de la culpa se le fue instalando como un hierro ardiendo en el pecho. No era tanto por el acto físico, sino por la traición emocional que sentía que había cometido. Porque le había prometido que esta vez sería diferente, que cuidaría su amor, que ya no la lastimaría, que Marfil era parte de un pasado al que no volvería.
Pero ahí estaba, abatido, preguntándose si debía contarle todo o guardarlo y rezar para que nadie los hubiera visto en aquel pasillo del campus. Pero incluso si nadie lo