Leonora Brown creía estar destinada a grandes cosas, pero los grandes destinos conllevan grandes sacrificios. De alguna forma terminó trabajando en la más grande firma inversiones de América, bajo el mando de hierro de Damián Goldstein, siendo su asistente y con un encargo inaudito de parte de su jefe: ¡Qué le busque una madre para su hijo! Damián es un hombre cruel y enigmático que parece esconder más de un secreto. Porque ese tirano que quiere que Leonora incline la cabeza y cumpla sus órdenes más absurdas, fue el mismo hombre dulce y comprensivo que le hizo conocer el amor una noche que jura no recordar. Aun así, al verla por segunda vez, su reacción es inminente: la odia, e intenta despedirla. Después ¡le pide que le consiga una familia falsa para mantener su imagen limpia! Leonora tendrá que recoger los pedazos de su corazón roto y evitar que su maniático nuevo jefe la despida. Todo, mientras hace de cupido, asistente y algo más. ¿Lo logrará? Según ella sí, según Damián… no. Lo que ninguno sabe es que, el destino terminará uniéndolos por más que intenten huir de él.
Leer másAl saberme acorralada pedí al cielo que alguien me salvase, pero de todas las personas tenía que ser… Dan. ¿En serio Dan el día de nuestra boda? ¿Con mi padre presente? Me siento a poco de vomitar con este encuentro. Dan ha entrado sonriente viendo alrededor de toda la habitación, que sí tenía mucho que ver, después mira a mi padre y cuando me ve a mí.Se pone a llorar.¡Se pone a llorar!Mientras él se limpia las esquinas de los ojos viéndome como si fuera un hada del bosque, mi padre frunce su ceño y lo ve como cualquiera vería a un extraterrestre. Me levanto del susto a pretender que esto es normal.—Amoor. No llores. Por eso te dije que no quería que me vieras antes de la ceremonia — estoy cerca de él tocando su pecho.Dan se recompone, me sonríe de forma que me hace erizar la piel. Se ve tan ilusionado.—No me podía resistir a verte. ¿A quién le importa las viejas tradiciones? Eres una obra de arte, la mujer más bella de este planeta, y serás mi esposa — menciona pegándome de su
¿Qué tan difícil puede ser? Es la pregunta que constantemente se repite en mi cabeza mientras mi estilista me ajusta el velo al moño en mi cabello. Frente al espejo me reflejo con un vestido de novia ceñido a mi figura y con encaje floral. El velo de tul tiene encajes en los bordes que coinciden con el patrón floral.Mi maquillaje y peinado también parecen impecables, incluso por lo larga que es la falda, ni tendré que usar tacones o zapatos incómodos. Así que, me repito, que no debe ser tan difícil casarse en estas circunstancias. ¿No verdad?Escucho muchos gritos detrás de mí, ya sé quiénes están entrando en esta habitación antes de ver por el espejo. Mis seis damas de honor, que eran mis amigas Harper, Ava y Sofía; mi prima Amy; y mis hermanas Lucero y Layla.Quienes gritaban eran Harper, Ava, Sofía y Layla en una competencia de elogios. Todas tenían una copa de champagne en la mano. Me volteo para que la competencia continúe.—Te ves como si un ángel hubiera caído d
Lo cuento y no lo creo, mañana me casaría con Damián. Era inminente, tan inminente que ya había volado a donde mi familia, para tener mi despedida de soltera.Nada muy loco como esa noche en Miami que inició todo esto, pero lo suficientemente divertido como para incluir a todas mis hermanas, primas y amigas. También había podido comprar mi vestido de novia en compañía de todas ellas. Fue un desastre, con un buen final.Sobre mis padres, bueno, mamá es la que más está dando su brazo a torcer. Está creyendo la historia de amor. Mi padre, sólo sé que ha estado conspirando a mis espaldas para conseguir algo en contra de Damián. Con suerte, no encontrará nada malo de él, no en tan poco tiempo a la boda.Sobre Amy, también es otra a la que he convencido de mi historia de amor. En especial, por cómo Damián me ha llenado de regalos costosos y flores por doquier. Creo que casi todos los días hay flores nuevas en el departamento, o algún bombón para comer.Por su trabajo, y el mío, sólo hemos p
Narrado por Damián Goldstein Cuestionar mis dinámicas con Rowan nunca ha sido una opción. Fui acogido por él, me dio un techo, comida y educación siendo un huérfano. Después cuando pude darle el título universitario que quería, me dejó trabajar en su empresa y ganar un sueldo por encima de lo que el hijo de una prostituta pudiese soñar.Eso lo repito tanto en mi cabeza, porque él lo repetía con insistencia, y lo sigue repitiendo cuando desafío sus órdenes para ponerme en el sitio que me corresponde. Hoy, debía ser uno de esos días, porque me ha pedido que lo vaya a visitar.Al llegar, está sentado comiendo como acostumbra, rodeado del mayor personal posible con rostros robóticos.—¿Te quedarás allí parado? Siéntate. Acompáñame a cenar — pide.—Acabo de comer, no tengo apetito — explico tomando asiento a su derecha.—¿Dónde? ¿Con quién?—Con Leonora y su padre.Rowan para de picar su filete y me ve con aprobación.—Lo has logrado con más facilidad de la que esperaba. Son una pareja pe
Narrado por Damián Goldstein No he parado de recordar los besos en mi cama que compartí con Leonora, tampoco lo he hecho de lo que pasó con nosotros en mi baño. De cómo la rechacé cuándo eso era lo menos que quería, pero esto que despertaba en mí, me estaba asustando más de la cuenta. He intentado hacer distancia con ella, aunque eso fue aún más imposible al ir conociendo a su familia.Su madre era una señora muy amable, a pesar de evidentemente odiarme; al igual que su padre es simpático, a pesar de odiarme. Desde que llegué a la cena con Luciano, fue golpe tras golpe, fallé en muchos como una forma de defenderme. ¿Defenderme de quién? ¿De un padre que sabe que esto es falso? ¿De una mujer que quiere algo de mí?Esa mujer me hizo ponerme muy nervioso al decir a todo viento que me amaba, para dejarme en un interrogatorio feroz con su padre. Sólo sé que sacó una libreta, se puso sus lentes de lectura y me preguntó exhaustivamente muchas cosas.Desde cómo conocí a su hija, cómo era nue
Los golpes a mi puerta suenan más rápido de lo que pude imaginar. Apenas pude sentarme en la cama a jugar con la sortija de compromiso y pensar en cómo sería mi matrimonio con Damián si mi familia seguía oponiéndose.—Hija, déjame entrar hablemos — dice mi padre.—Te dejaré entrar y hablaremos cuando le des una oportunidad real a Damián para conocerlo. No poniéndole trampas y siendo así de pasivo/agresivo — respondo.—¿Cuándo es que fui pasivo/agresivo? De una vez fui agresivo, y lo admito.No me río ante su chiste. Él escucha que no hago ningún ruido.—¿No tienes una sonrisa en tu rostro? Soy bueno poniéndole una sonrisa en la cara a casi todo el mundo…—No es momento de chistes papá. Lo sabes muy bien, no sé por qué pretendes que sí lo es.—Me pude contactar con Mohamed y con Julia. Sé que estás buscando trapos sucios de esa familia. Lo repito ¿así te quieres casar? — explica con seriedad — ¿Con el padre del niño con la madre muerta en circunstancias extrañas? ¿Con el nieto de un ho
No suelo ser una mujer nerviosa, ni que le teme a su padre, pero desde que decidí mudarme, la vida me ha cambiado de formas que no quiero. Tengo revuelto el estómago, mientras espero que Damián llegué al departamento. Sí, al departamento donde vivo, porque Luciano hoy ha amanecido con dolor de cabeza y no quiere salir de aquí. Ha cancelado el plan de ir a un sitio público, tendremos una cena casera.Apenas puedo exprimir bien los limones viendo desde la cocina cómo papá escribe con pasión en su libreta mientras está sentado en la mesa de comedor. Hasta se ha puestos los lentes de lectura, sólo los usa en ocasiones serias.—¿Qué tanto escribes papá? — pregunto algo temerosa.Sé que él no hará de este encuentro fácil, ni cómodo para ninguno de los involucrados.—Oh nada importante. Sólo una lista de preguntas que hacer a mi futuro yerno. Lo normal — explica sin verme.—No hay nada que le preguntes que lo haga echarse para atrás. Si buscas asustarlo o convencerme a mí de romper el compro
Descubrir el pasado de mi padre, no estaba en mis cartas del año. No desde su propia boca, ni con semejantes revelaciones. Aunque no profundizó tanto en las explicaciones, la visión general me hizo comprender que mi corazón me decía la verdad. Mi padre no era un hombre malo, ni corrupto.Sin embargo, tampoco era un hombre cuerdo y al que le preocupase particularmente su seguridad. Saber que trabajó como agente, espía, carnada y que su retiro se dio por mi madre, me ha hecho sentir mareada. Muy mareada.—Entonces… ¿nadie de la familia sabe esto? — pregunto ya sentada en el balcón.Tuve que sentarme ante tales revelaciones. Hasta el momento sólo sabía que mi papá había sido la oveja negra de la familia, un rebelde sin causa y Marianne lo había reconvertido. El hombre que me crío siempre estuvo presente y tenía un trabajo rutinario, definitivamente no seguía siendo un personaje sacado de una película de acción.Él niega.—A excepción de tu madre, no. Parte del acuerdo de mi retiro, fue l
Nunca me he enamorado. Ni estoy enamorada de dos hombres al mismo tiempo. Tal presunción es una ridiculez que no tiene ni pies, ni cabeza. Pero si es así, ¿por qué me siento despechada de esta forma desde aquella fatídica mañana?Ha pasado una semana desde que Damián no me dirige la palabra, y ha hecho lo impensable, mudar mi escritorio de su oficina. ¿Impensable? No lo es. Impensable es que esta tontería me afecte. Yo no le fui “infiel” a Damián con Dan. Para comenzar, ni le debía fidelidad.A los únicos a los que le debía fidelidad, era a los Browns. A mí familia, y no estaba usando la información que Dan me daba de mala fe. Sólo era una herramienta para proteger a mi padre de Rowan. Con eso en mente, es que estoy citándome con el investigador con el que he estado trabajando. Lo invité a mi departamento para más privacidad.—Sobre Marisella, ha sido más simple encontrar información. Como puedes leer, allí está un resumen de lo que pude averiguar sobre sus últimos meses de vida — exp