Narrado por Amy Belmonte
Estar de luna de miel en un paraíso como las Bahamas es peligroso. Muy peligroso porque tengo la sensación de que me puedo acostumbrar a esto, al sol en mi piel, el sonido de las olas del mar, y este delicioso coctel que no sé qué tendrá, pero está bueno.
Lucy Jane se había quedado con sus abuelos por estos cinco días en los que sus padres se escaparían de sus responsabilidades. Ya era el tercer día de la escapada, y por supuesto que extrañaba a mi bebé, sin embargo, me lo merecía.
—Estoy preocupado Amanda — comenta Luke volviendo de su ida al baño y reclinándose de la tumbona a mi lado.
También me preocupa que me llame Amanda. Llamarme Amanda se está limitando últimamente a temas serios, del resto, abejita por aquí y por allá. Especialmente estos días de vacaciones en los que hemos tenido tanto sexo como comidas.
—¿De qué estás preocupado? — indago.
—Mamá me acaba de llamar. Sugirió que nos quedásemos la semana entera — responde en un gran conflicto.
—¿La sem