Mundo ficciónIniciar sesiónMe dejé caer sentada al suelo, meneando la cabeza y el dedo hacia la computadora
—Aguarda. Detente.
Adivinaste por dónde venía mi infarto y sonabas más bien sorprendido. —¿Acaso no te lo dije hace unas seis semanas, que viajaría a Argentina en julio?
—Pero-pero-pero…
Reíste por lo bajo, aunque parecías un poco ofendido. —¡Ni siquiera lo recuerdas, pendeja!
—¡Por supuesto que lo recuerdo! ¿Cómo no recordarlo? Es sólo que… Yo no…
—¿No prestaste atención a la fecha?
—No te creí.
—¿¡Qué!?
Tu reacción me tomó por sorpresa. Te echaste hacia atrás en el sofá con brusquedad, casi a riesgo de mostrar la cara, palmeándote las piernas con gesto enojado. —¿No me creíste? &md







