Stu se demoró en el estudio. Norton le llevó algo de comer, y él abrió la puerta sólo lo indispensable para aceptar el plato y pedir vino. Tras él, la tela en el caballete era un borrón confuso de colores que comenzaban en un amarillo sucio y corrían por las gamas del rojo hacia el negro.
Los otros dos controlaron su aprensión y el impulso de metérsele en el estudio para ver cómo estaba.
Cuando el sol resbaló hacia las montañas, Stu apareció en el comedor con los ojos vidriosos y la cara congestionada. Se dirigió a su cuarto sin siquiera mirar a sus amigos y regresó listo para ir al mar. Un momento después se alejaba solo con su tabla hacia la orilla.
Los otros dos intercambiaron una mirada de preocupación.
No precisaron ponerse de acuerdo.
Finnegan permaneció en el deck, desde donde vio a Stu remar hasta pasar la rom