La cautela de Eva le provocó a Rubí una punzada de tristeza. Si realmente no soy hija de la familia William... entonces Eva y Efraín son lo más parecido a unos padres que tengo.
No entendía cómo habían llegado a este punto. Antes fueron sus parientes más cercanos, y ahora... todo había cambiado.
Rubí suspiró.
—Mamá, no es tu culpa. Solo sigue con lo que hablamos antes. No trabajes demasiado y cuida tu salud.
—Lo haré —asintió Eva—. Rubí, cuando den de alta a tu papá, ven a visitarnos.
—Está bien —respondió Rubí con suavidad.
Se despidieron y ella regresó a la casa de la familia Maxwell. Gavin la acompañó, y luego se puso a preparar la cena para Dylan. Aunque en el hospital había comido un poco, no era suficiente. Cocinó sopa de pollo con fideos y verduras, y también pensaba hacer fettuccine.
Antes de que pudiera comenzar, escuchó una voz detrás de ella:
—Rubí, ¿le vas a dar eso a Dylan?
Era Melisa. Últimamente parecía obsesionada con ella. Rubí sabía que su actitud era fingida, pero n