[FRANCESCO]
Al día siguiente: 11 de enero
Otro amanecer, pero este es distinto. La luz que se cuela entre las cortinas me golpea como un martillo. Mis ojos intentan resistirse, pero el resplandor es implacable. El dolor en mi cabeza es insoportable, como si mil martillos estuvieran perforando mi cráneo. No puedo recordar nada de lo que hice anoche. Nada. Como si el tiempo se hubiera tragado todo lo sucedido.
Abro los ojos y trato de orientarme, pero el lugar me es completamente ajeno. Las paredes tienen un color que no logro identificar, las sábanas son de un tono extraño que no es ni blanco ni beige. Todo parece sacado de un sueño, o peor, de una pesadilla. Me esfuerzo por levantarme, pero algo me lo impide.
Al intentar moverme, una mano se cierra con fuerza sobre mi torso, deteniéndome. La sensación me hace sentir atrapado, pero al mismo tiempo no tengo fuerzas para discutir.
—Quedate un rato más —una voz suave, pero autoritaria, suena en mi oído.
Me giro lentamente, y ahí la veo. M