17. SINCERIDAD
[FRANCESCO]
El agua cae caliente, constante, pero no hay alivio. No esta vez. Apoyo las manos contra la pared de mármol de la ducha del hotel. Siento el pulso en las sienes, el cansancio colándose por los huesos.
Dormí contigo en brazos.
Desperté con una verdad que no pedí.
"No fue idea mía. Fue la escudería."
Sofía.
La única persona que no esperaba que jugara el mismo juego que todos.
Y sin embargo, ahí estaba la trampa: ella aceptó.
No por interés. Por mí.
Y eso es lo que más me desarma.
Porque si me hubiera mentido por ambición, sería fácil odiarla. Pero lo hizo para protegerme. Para salvarme. Y ahora yo no sé si quiero que me salven o que, por fin, alguien me diga la verdad, aunque duela.
Cierro los ojos. La dejo aparecer. La forma en que me miró anoche. Cómo se aferró a mí, como si ya no pudiera sostener el peso sola. Todo lo que me hizo sentir, como mi corazón se aceleró... todo eso viene a mi mente una y otra vez... es imposible olvidarlo cuando significó tanto para los dos.