123. UN AMOR NUEVO
[FRANCESCO]
Al día siguiente: 18 de enero
El amanecer se filtra lento por la ventana del hotel. Un tono rosado tiñe las paredes, la ciudad despierta con ese rumor suave de motores y pájaros que aún intentan hacerse oír sobre el ruido. Y en medio de esa quietud, ella.
Sofía duerme con Tiziano en brazos. Tiene el rostro relajado, el cabello enredado sobre la almohada, y una paz que no recordaba haberle visto jamás.
El pequeño respira acompasado sobre su pecho, con los labios entreabiertos y una manita cerrada aferrada a la tela de su camisón. Mi corazón late tan fuerte que siento que va a despertarlos.
Me quedo observándolos. Memorizando cada detalle, como si temiera que el tiempo, caprichoso, decidiera borrar este instante. Mi familia. La mía.
No sé cuánto rato pasa antes de que Sofía abra los ojos. Parpadea despacio, como si le costara ubicarse en el mundo. Cuando me ve, sonríe, y esa simple curva en sus labios me hace olvidar todo lo que dolió llegar hasta aquí.
—Buenos días —murmura