112. LO QUE QUEDA DE NOSOTROS
[SOFÍA]
Meses después: 24 de diciembre
El sol se resiste a esconderse del todo, haciendo que el cielo se cubra de tonos anaranjados que parecen no terminar nunca. Es verano en el fin del mundo, y aunque el aire sigue siendo fresco, hay una calma especial en la tarde.
El viento sopla suave desde el canal Beagle, haciendo bailar las cortinas y trayendo ese olor a sal y montaña que solo existe aquí. La casa está bañada por una luz dorada, tibia, serena.
En mis brazos, Tiziano duerme. Su respiración acompasada es lo único que parece tener sentido últimamente. Tres meses. Apenas tres meses en el mundo y ya ha cambiado todo mi universo.
Su cabello oscuro se arremolina en pequeñas ondas, su piel es tan suave que temo romperla si la acaricio demasiado. Y esos ojos… cuando los abre, el verde me atraviesa el alma. Los mismos ojos de Francesco.
Me descubro observándolo demasiado tiempo. Me pregunto cómo es posible amar tanto y doler tanto al mismo tiempo. Porque eso soy ahora: un corazón dividid